Reseña: Kaópolis (Mysterion #1) - Mario Mendoza y Keco Olano
Mario Mendoza, uno de los escritores colombianos más leídos en el país, invita permanentemente a sus lectores a ir más allá, a no quedarse en lo que el sistema quiere que hagan, a resistirse al letargo social y a ser comunidad, entre otros mensajes que lo han convertido en un referente cultural.
Para este
propósito el autor no descansa en la exploración de narrativas y distintas
formas de llegar a más y más personas, democratizando un mensaje que lo ha
llevado al cuento, la no ficción, la novela urbana, la literatura
infantil-juvenil y, recientemente, al mundo del cómic y la novela gráfica.
En este camino
llegan también nuevos aliados como los arquitectos Keco Olano y Heidi Muskus, y
el artista Gabriel Pedroza, junto a quienes Mendoza nos trae Kaópolis, el
primer tomo de una trilogía de novelas gráficas futuristas y apolípticas.
Desde que tengo
memoria he escuchado a personas hablar del fin del mundo, del punto sin retorno
al que hemos llegado y de la ruina a la que empujamos a nuestro mundo por la
avaricia, el ego y la perpetua necesidad de hacernos dueños de todo cuanto está
alrededor. Pero toda historia tiene una inflexión y dicen que un hombre llegará
para hacernos ver lo que es verdaderamente importante y abrir nuestras mentes a
nuevas esferas, nuevas formas de entendernos como individuos y como parte de un
todo.
En Kaópolis, el nuevo
nombre que recibe la ciudad de Santa Fe (de Bogotá) luego de enormes desastres
naturales y una guerra que fracturó aún más a la sociedad e intensificó sus
brechas sociales, es donde esta historia tendrá lugar, el espacio destinado
para sumergirnos en una versión vanguardista del Mesías que conocemos por la
tradición religiosa.
Es así como nos
enfrentamos que, si bien no sorprende, ofrece una visita avanzada
a un territorio conocido y a la modernización de la leyenda del hombre que partió
en dos nuestra existencia. Mendoza aprovecha esto para continuar con el mensaje
que ha marcado su ruta literaria, con la invitación a entender el valor del
otro y pensar en la construcción como algo conjunto y no individual.
Keco Olano y su
equipo logran llevarnos a una Bogotá del futuro llena de oscuridad, pobreza y
contrastes que sirven de apoyo para resaltar la inequidad y la injusticia que
parecen ser la regla. El trabajo de maquetación y conceptualización de esta
ciudad es sencillamente soberbio y no escatima en detalles para empaparnos del contexto
por el que nos vamos a mover. Vestuario, armamento, tecnología, arquitectura… Todo
pensado a fondo. Simplemente bestial lo conseguido en este aspecto.
Siguiendo con
esto, la novela rebosa en simbología y referencias a hechos históricos para clarificar
el mensaje que trata de transmitir. La opresión y la resistencia tienen su
lugar en las diferentes ilustraciones, llevándonos no solo a lo ocurrido hace
mucho, sino a las manifestaciones que se han dado últimamente en Colombia y el
resto del mundo en pro de los derechos humanos.
A pesar de lo
dicho anteriormente, hubo algo que no me gustó en cuando a lo gráfico y es en
cuanto a los personajes y al estilo usado para darles vida, específicamente en
lo que se refiere a los rostros. Estoy seguro de que esto también tiene una
razón de ser y es dar fuerza a la sensación de lugubridad que permea esta obra,
pero es algo que no me gustó como lector.
Kaopólis es una
apuesta sumamente interesante y ambiciosa en materia visual, pero que como reinterpretación no encontré tan atractiva. Una promesa que habrá que descubrir en los
siguientes tomos para ver el rumbo que tomará la trilogía Mysterion y el
destino de los discípulos del Mesías en un sistema corrupto y opresor.
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