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Mostrando las entradas de marzo, 2012

El tranvía de la vida

Emprendo hoy mi vida sin ningún camino, quizá la cordura en mi no tiene sentido, debo confesar que el tiempo es mi enemigo y que mis sueños fenecen hoy sin motivo. Plasmando en el viento miedos habituales, ocultando en el mar tesoros descubiertos, sopesando las mentiras escritas en silencio cicatrices que no sanan, día a día van creciendo. Sangran mis ojos a la luz de aquel reflejo extravié el fulgor de la voz entre pretextos, las letras que jamás leí fueron borradas el fulgor frenético de la pasión parece nada. Gracias espontáneas bien fingidas, pesares maquinados sin su compañía, iluso afecto al que hoy me entrego sin medida inadmisible pecado disfrazado en idolatría. El reloj moribundo marca la agonía, desangra a cuenta gotas mi marchita vida, a pesar de todo redactada a la medida en prosa perfecta tal vez jamás escrita.

El salto

Tanto tiempo esperando el momento, en que al fin pueda decirte lo que siento, pasar por encima de mil miedos y frente a tu puerta abrir el cerrojo al sentimiento. Cuantas veces parpadeas diariamente, el tipo de música que tus oídos no resienten, la comida favorita y el lugar que te divierte, la canción que repites sin descanso hasta en tu mente; el disco en que enloqueces cada viernes, la película en que lágrimas inviertes, la ropa amarilla que socava tu mesada, conozco hasta el talle de zapatos de tu hermana. Te conozco descalza y en pijama, he padecido el mal aliento en las mañanas, el nefasto humor dueño de ti vez por semana, la marca de cereal que tu desayuno acompaña. No seré el hombre que provoca tu desvelo, quizá ni el príncipe que invocas en tus sueños, pero acaso no te das cuenta a cada momento que entregaría por tu sonrisa lo que tengo, que mi respiración va al ritmo de tus pasos, mi motricidad desaparece con un abrazo,...

Gracia plena

Quién me despertará en las mañanas, quién con un beso festejará mis hazañas, quién con paciencia preparará el desayuno, quién mis deseos cumplirá sin tapujos. Quién misteriosa guardará mil secretos, quién abrazará el miedo ante el desconcierto, quién será la musa de los sueños inventados, quién la felicidad y remedio de mis quebrantos. Quién pondrá la letra a una sinfonía vacía, quién llenará de ritmo la melodía más aburrida, quién criará los hijos que el amor done a mi vida, quién llenará de besos mi boca desabrida. Quién tomará mi mano sin temores día a día, quién me abrigará todas las noches de la vida, quién limpiará el dolor en las heridas, quién será la dueña de mi poesía; quién más que tu amiga mía, quién más que tu mi dama y compañía.

Adicto a tu locura

No llores más pequeña extraña, seca tus lágrimas en mi almohada comparte lamentos que te aquejan y vamonos sin prisa a de tour por las estrellas; volando entre mis canciones, bailoteando entre cielos de colores, recitando aquellos versos resumidos en los cuentos que hoy recitas a mi oído. Suelta ya la tristeza que te agobia, cierra la puerta y deja la zozobra, mejor será embriagarte de emociones y marchar en busca del autor de tus razones, deja que el viento arrulle tu desdén borrar la melancolía y despertar tu sensatez, prende el fuego y aviva la llama, despierta vida mía, despierta ya pequeña extraña.

Primer acto

Tan tranquila por las calles, adornan tu cuerpo mil detalles, piernas infinitamente maliciosas, tu sonrisa espina de la más bella rosa; te aproximas siempre confiada, tan segura y arrogante, tu belleza el estandarte y la suerte, fiel acompañante. El cielo se arrodilla a tu presencia, el fuego se hace pequeño a la grandeza de esos labios disfrazados en pureza, camuflar la maldición, vasta proeza. No será hoy, ni será mañana; la belleza dura pero no perdura, la tristeza es fuerte pero no trasciende el amor inexistente, tu castigo omnipresente. Hoy ante Dios te vendes al postor que tu cuerpo en un ruin circo conquistó, solo un trofeo más en su repertorio serás biografía desgraciada la que te acompañará. Será tarde para lamentos, el dinero no es más que placer imperfecto, Será tarde y ya no quedará, vida para tus errores enmendar.

Destinados al presente.

No me busques en tu alcoba, ni las hojas de tu historia, en el camino a la locura, ni en tu perdida cordura, en el sol de tus pesares no hallarás ya mis cantares pues se han ido en el invierno junto a un tórrido tormento; me encontrarás quizá en el viento calmante del ardor en tu cuerpo, tal vez en la letra de una canción que jamás compuso el más grande autor, o extraviado en tu mirada, laberinto permanente de mi alma; con suerte en tus labios estaré el azar tú aliado podría ser. Me encontrarás, lo puedo asegurar, un lunes de lluvia frente al mar, bailando flamenco ante una copa de coñac jurando amor eterno ante el altar; o la casualidad nos una en el más allá donde ante Dios eternamente te pueda abrazar y mis poemas día a día a tu vientre dedicar ser por siempre tu presente y tu futuro recurrente.

Fracaso hecho vida

Respondo al fuego propuesto a la llamada, que se desviste en tu mirada y se aviva en mi almohada, esa misma de tus sábanas hermana amiga y confidente de almas separadas, aquellas que juramos mantener siempre ligadas, aquellas ya mermadas y del dolor parientes cercanas. Me planto ante tu puerta con el corazón empeñado a aquel recuerdo tan preciado, aquel recuerdo ya enterrado; la razón o quizá mi conciencia, me gritan sin darme tregua me imploran dejar de verte pero soy idiota y mi alma de olvido no entiende. Postrado ya en tu alcoba revestida de afable aroma, aquel que un día fue mío, aquel que ahora en otro encuentra abrigo; me pregunto si mis manos no bastaron si mis pasos a tu lado fueron vagos, si los besos que me diste eran prestados, si nuestro hogar nunca fue lo planeado. El clamor por ti se hace presente, el mismo que a diario en llanto se convierte, resquebrajando mi biografía de valor ya vacía esa de l...

... Es ella

El primer soplo de vida, despertar gracias a ustedes día a día, un beso inolvidable compartido millones más con el paso del tiempo añadidos, desde el abrazo de felicidad a aquel necesario para el dolor calmar, de una palabra para alentar al mensaje que una vida podrá cambiar. Vestidas de pasión y fortaleza, investidas de grandeza y de franqueza; Genialidad materializada en carne, regalo de la naturaleza a nuestros ojos andante, Amiga, madre, esposa, amante roles infinitos para un ser tan grande. Gracias Mujer.

La promesa

Pienso tantas veces que desgasto la poca vida que me queda en marginar mi llanto, en recortarle alas a mi mundo con quebrantos, en revivir recuerdos extraviados en el tiempo; pero presente tengo el día del encuentro, apacible momento entre cielo e infierno con copa en mano y whisky desbordante, con el temor enterrado por la ilusión andante; ese mismo momento en que me dije es hora de actuar y de tomar maletas y partir sin en nada pensar, más que en mi y en el destino venidero y en el dulce aroma que aloja un día nuevo.

Mediocre escrito

En el ocaso de mi vida,  siento mi mano ya vacía, tan falta de tu osadía,  tu valor y melancolía; de aquello que mi vida enaltecía y ahora no es más que una causa perdida; extraviada en un orgasmo de mentiras, de rencor y pasión desvalida. Amaneces casi inerte en mi regazo, sin palabras, tan esquiva a mis brazos; desesperado día a día pierdo el duelo, al que tu muerte me reta  y sucumbo al desconsuelo. Anochece y pierdo el miedo a tocarte a llenarte del amor que un día supiste darme, pero entiendo que el tiempo se nos ha ido y el “nosotros” que existió, no fue más que un mediocre escrito.