Rumbo al tiempo
Contradigo hoy mi discurso, tan iluso incluso absurdo, pendenciero y mal amante siempre fui un fracaso andante. Pasa una y luego otra, fiel y odiosa la derrota; tan afable y mentirosa ella ardiente y candorosa. Pobre hombre sin ingenio, lo digo siempre ante el espejo, el reflejo de un pedante, incapaz sumo arrogante. Nunca fui más que el vecino, que rondaba los pasillos saboreando gota a gota el dolor que hoy me congoja. Perdedor sin duda alguna, ganador lo pongo en duda pues la ruta me ha enseñado mal alumno he resultado. Mañana quizá podré cambiar y el libro en llanto decorar nuevas letras componer y al futuro corromper. Corta hora he tenido Whisky, Vodka algo de vino ya no alcanza la pasión cuando se carece de corazón.