Reseña: La mujer que soy - Britney spears

Britney Spears, una de las artistas más importantes en la historia de la industria musical, presenta «La mujer que soy» (The woman in me en su idioma original). Estas memorias profundamente personales y reveladoras relatan el duro viaje que representó para ella llegar al estrellato desde la niñez para luego convertirse en un ícono de talla mundial, ofreciendo una visión conmovedora e íntima de su vida detrás de la deslumbrante fachada de la fama y de lo que los medios, sus padres y sus representantes quisieron hacernos creer. La historia de Britney es una muestra de perseverancia, pero también de las complejidades de la industria del entretenimiento, de lidiar con las expectativas de todo el mundo y de las presiones que recaen sobre las figuras públicas. 

El libro es tremendamente honesto al relatar las experiencias de la cantante al crecer bajo el foco de atención, y los retos al intentar mantener un sentido de normalidad en su día a día en medio de flashes, entrevistas y rumores. Britney habla con franqueza de sus relaciones, tanto personales como profesionales, y hace una crítica con total fundamento de la explotación que vivió desde pequeña y de la verdadera naturaleza de la industria del espectáculo, misma que cobró un alto precio en la vida de la intérprete de canciones como Womanizer y Baby one more time.

A propósito de lo anterior, uno de los momentos que mayor repercusión tuvo sobre la vida de la cantante fue cuando se rapó por completo, sobre lo cual ella comenta que "había sido la chica buena durante años. Sonreí cortésmente mientras los presentadores de programas de televisión me miraban los pechos, mientras los padres estadounidenses decían que estaba destruyendo a sus hijos al usar un top corto, mientras los ejecutivos me daban palmaditas en la mano condescendientemente y cuestionaban mis opciones profesionales a pesar de que había vendido millones de discos, mientras mi familia actuaba como si yo fuera malvado. Estaba cansada de eso... Al final del día, no me importó. Todo lo que quería hacer era ver a mis hijos. Me enfermaba pensar en las horas, los días, las semanas que me perdí con ellos. Mis momentos más especiales en la vida fueron tomar siestas con mis hijos. Eso es lo más cerca que me he sentido de Dios: tomar siestas con mis preciosos bebés, oler su cabello y tomar sus manitas... Me enojé increíblemente. Creo que muchas otras mujeres entienden esto. Un amigo me dijo una vez: 'Si alguien me quitara a mi bebé, habría hecho mucho más que cortarme el pelo. Habría quemado la ciudad hasta los cimientos'.". Todo esto ocurrió como resultado de la violencia vicaria a la que Kevin Federline sometió a la artista al negarse a dejarle ver a sus hijos. 

La relación en Britney y el cantante Justin Timberlake también tiene un capítulo especial en estas memorias, en las que Spears cuenta que su ex pareja le fue infiel en múltiples ocasiones y que le pidió que abortara pues él no se sentía preparado para asumir esa responsabilidad. Con esto, la canción Everytime adquiere un sentido distinto, pues parte del fanbase de la artista siempre pensó que iba dedicada al ex vocalista de N'Sync. "Cuando Justin comenzó a trabajar en su primer álbum como solista, empezó a ser muy distante conmigo. Creo que eso fue porque había decidido usarme como munición para su disco, por lo que le resultaba incómodo estar cerca de mí mirándolo con todo ese afecto y devoción”, se menciona en otro fragmento. 

"Estaba en un resort en Tahití en noviembre cuando Mathew me llamó para darme la noticia de que ya no estaba bajo tutela. Me había dicho, cuando salí de viaje, que pronto podría despertar, por primera vez en trece años, como una mujer libre. Aún así, no podía creerlo cuando me llamó tan pronto como salió de la audiencia judicial y me dijo que todo estaba hecho. Yo era libre", confiesa Spears en otro de los apartes más esclarecedores sobre lo que tuvo que vivir durante el pleito legal en contra de su padre, quien durante más de una década tuvo el control total de su carrera y de su vida, alegando que ella era incapaz de cuidarse asimisma. "Le rogué a la Corte que pusiera literalmente a quien fuera a cargo, cualquier extraño de la calle hubiera sido mejor opción que mi padre. Si me preguntan el porque cedí a todo, lo hice por mis hijos. Cuando cedí, por fin me reuní con mis bebés". 

Sin embargo, las memorias de Britney Spears no son simplemente una crónica de todas las dificultades y luchas qué tuvo que enfrentar, sino un testimonio de su fuerza y ​​determinación. Ella emerge como una mujer que se ha sobrepuesto a la adversidad, negándose a ser definida por sus circunstancias. Su vulnerabilidad y apertura nos invitan a ser más empáticos y a dejar de emitir juicios deliberados. Es así como «La mujer que soy» se convierte en un relato poderoso y conmovedor, que ofrece un vistazo al corazón y la mente de alguien que ha soportado pesos inimaginables. Britney es un ejemplo de valentía, resiliencia y la búsqueda constante por su libertad.

“Todos sabemos reír, sabemos llorar, sabemos cómo ser abrazados, sabemos cómo devolver el amor, todos conocemos el desamor, pero el mundo sigue moviéndose y nosotros seguimos moviéndonos con él y todo lo que experimentamos nos hace sentir felices. Date cuenta de lo hermosa que es realmente la vida…".



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