Reseña: La viuda - Fiona Barton
Bien dicen por ahí que nunca llegamos a conocer completamente a una persona. Y es que ni siquiera somos capaces de conocernos a nosotros mismos. Nuestros instintos responden de manera inesperada hacia ciertos estímulos, y ahí, cualquier resquicio de cordura o de control de nuestras acciones termina perdido en un mar de sorpresas y de incertidumbres. Por más racionales que seamos es virtualmente imposible predecir cómo actuaremos ante un desastre natural, la pérdida de un ser querido, un robo en plena calle, u otra serie de sucesos que ponen en jaque nuestra estabilidad. Lo impredecible es simplemente natural. La incertidumbre es la pimienta existencial. Hace poco recibí un paquete de la gente de Planeta Colombia , el cual contenía material promocional del libro del que vengo a hablarles en esta oportunidad. Un tono negro predominante, acompañado de lirios inmaculados, fue suficiente para hacer click en mi cabeza y generar la necesidad imperiosa de hacerme con un nuevo habitante en...