Reseña: Hora de brillar - Angie Thomas

Minimizar las luchas de algunos es muy fácil cuando no es nuestra libertad, derechos e integridad la que ha sido vulnerada. Mujeres, homosexuales o indígenas, solo por mencionar algunos casos, han tenido que batallar para alcanzar cosas que los demás tienen por omisión y, aunque los resultados son cada vez más notorios, queda trabajo por hacer al respecto y conciencia por generar. Esto no es algo de raza, género o cualquier otra cosa, sino de derechos humanos y eso nos compete a todos.


Angie Thomas es una escritora estadounidense cuya juventud estuvo dedicada al rap. En su niñez presenció muchos hechos de violencia contra personas afrodescendientes como ella, ante lo que su madre le construyó un refugio cimentado en los libros. Su nombre resonó en el mundo entero en 2017 con la publicación de la aclamada novela El odio que das, la cual se convirtió en una poderosa denuncia a la brutalidad policíaca en contra de las personas negras en los Estados Unidos.

En esta misma línea llega la segunda obra de la autora, Hora de brillar. Aquí nos encontramos a Bri, una adolescente de 16 años que sueña con convertirse en la mejor rapera del mundo, así como iba a ser su padre, asesinado años atrás. Ella y su familia viven en un barrio marginal en el que la violencia está a la orden del día. Su madre cayó en las drogas luego de la muerte de su esposo y apenas empieza a recuperarse de dicha adicción, tratando de darle a sus hijos la mejor vida posible, aunque el dinero escasea y las cuentas ahorcan. En esto Bri ve un aliciente más para alcanzar su sueño, pues está convencida de que de esa manera podrá cambiar la realidad de quienes la rodean. Y esto deja de ser una idea descabellada e inalcanzable cuando su primera canción se hace viral y ella empieza a ser reconocida, aunque no del modo que quisiera.


Da gusto encontrarse con textos como este por el poder y la alegría que transmite en medio de una realidad tan cruda y violenta como la que describe. Nuestra protagonista está en el centro de una figura en cuyas esquinas se colocan la drogadicción, las pandillas que ponen las reglas de juego, la precaria situación en la que empieza a caer su familia, el limitado acceso a oportunidades de salir adelante y la evidente discriminación que el sistema tiene para los suyos.

Uno de los puntos clave en este libro es el contexto que nos pone Angie Thomas con los diálogos, el dialecto, y las descripciones del espacio y las situaciones que presenta. La historia de Bri no se lee, sino que se vive por la sinceridad con la que está escrita, la intensidad con la que se desarrolla y la pasión que transmite página tras página.


Esta novela habla sobre lo micro, sobre lo personal. Bri es una joven y, como tal, quiere pasar tiempo con sus amigos, se cansa de sus clases, quiere escabullirse del mundo con solo subirle el volumen a su canción favorita, se enamora, se preocupa por su familia, se equivoca, toma decisiones de manera impulsiva, asume riesgos innecesarios y hace un montón de cosas que cualquier ser humano, joven o no, podría hacer o ha hecho.

Sin embargo, a medida que Bri nos muestra su realidad, su intimidad y su vida, la novela se convierte en el reflejo perfecto de millones de personas en el mundo que viven con miedo a existir, que deben pasar días sin comer, que se sienten encerradas en un entorno que les niega la oportunidad de crecer, que se ven empujadas a situaciones límite que las llevan por el camino incorrecto, que viven bajo el yugo permanente de la violencia, que reciben un trato de segunda por tener un color de piel distinto. Lo anterior hace de este libro una denuncia social interesante y resulta importantísimo que los jóvenes sean sus destinatarios. Adicionalmente a esto, la novela habla de drogadicción, machismo, la libertad de ser quienes queremos ser, lo peligroso de muchas de nuestras actitudes en las redes sociales y el uso que les damos, el abandono, la muerte y el sexismo, entre otros temas.


Hablar de esta obra es hablar de música, de fuego, de Flow, de rimas, de batallas de rap, de lírica y de sueños en un ring en el que los versos noquean. Leer esta novela es mover la cabeza constantemente al ritmo de las letras que la mente de Bri produce y saber que nadie podrá parar tu hora de brillar si te crees el cuento y tienes el valor de luchar por lo que deseas.

A pesar de lo ya dicho, hay algo que aún no he mencionado y que es lo que más me gustó: esta historia nos hace un llamado a luchar por lo que queremos sin traicionarnos en el camino, a dejar la piel en la arena por alcanzar nuestros sueños, a seguir en pie aunque las condiciones parezcan adversas, a ser nosotros mismos y a creer en lo que somos y tenemos para ofrecer. Puede que las cosas tarden o que no salgan como queramos, pero al que trabaja y se esfuerza las cosas usualmente le fluyen.

Todos tenemos una voz. Todos tenemos algo que decir. Todos tenemos algo que aportar. No lo olviden.

Hora de brillar es una novela valiosa, con una crítica social pertinente y un mensaje hacia la empatía, el coraje y la convivencia supremamente valioso. Una obra sencilla, con un lenguaje que permite que cualquiera pueda adentrarse en ella sin problema alguno. Una canción de protesta ante el sistema tan injusto en el que vivimos.

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