"Quería escribir sobre una persona inherentemente racional que toma decisiones que son muy irracionales". Una entrevista con Helene Flood
El ser humano es impredecible desde su origen. No es fácil, ni siquiera para uno mismo, descifrar cuál será la decisión que terminará tomando frente a uno u otro suceso; y aún menos la que tomarán quienes están a su alrededor. Y si hilamos más delgado, hay que mencionar lo indescifrables y volubles que podemos resultar, el cómo influyen las cargas que soportamos en nuestras acciones, o el peso de los secretos que guardamos en lo que somos. ¿Podríamos afirmar que conocemos a quienes nos rodean, a nuestra familia? ¿Realmente podemos en nosotros y en nuestras elecciones?
Lo anterior es la esencia de La comunidad, la reciente
novela de la escritora noruega Helene Flood, quien se convirtió en autora bestseller
con su libro La psicóloga, un domestic noir en la orden y
tradición de libros como La chica del tren de Paula Hawkins o La
pareja de al lado de Shari Lapena.
Foto tomada de Libertad Digital |
Además de escritora, eres psicóloga con un doctorado cuya tesis de grado fue sobre violencia, victimización, vergüenza y culpa. ¿Qué se siente poder unir tus dos profesiones, tus dos pasiones, en un solo acto, en una sola historia?
¡Se siente genial! Estoy muy feliz de tener la oportunidad
de ejercer y vivir dos carreras tan diferentes. Utilizo mis conocimientos como
psicóloga e investigadora a la hora de crear mis historias, y creo que eso ha
beneficiado mi escritura.
Hablemos de La comunidad, tu nueva novela. Su
personaje principal, Rikke, es una mujer con una gran carga de culpa, debido a
que le fue infiel a su esposo con un vecino, quien fue encontrado recientemente
asesinado en su apartamento. ¿Cuál fue el origen de este caso?
Al pensar en la historia de esta novela, supe de inmediato
que quería que mi protagonista tuviera un secreto. Creo que ese detalle le da
mucha tensión como personaje. Además, tal como lo mencionas, agregarle algo de
culpa resulta fundamental para la mayoría de las historias del género policial
y del thriller. Esto me dio la oportunidad de discutir las muchas formas
en que las personas pueden ser y sentirse culpables.
Es aterrador pensar que nuestro peor enemigo está
escondido en la casa de al lado, en nuestra zona segura o en nuestra propia
mente. Eres una maestra en la materia, capaz de envolver a los personajes que
creas en sus tragedias, miedos y secretos. Página tras página nos adentramos en
la cabeza de Rikke, en sus vulnerabilidades, frustraciones, sueños. ¿Qué fue lo
más desafiante de todo esto?
Quería que la historia avanzara a medida que Rikke descendía
a un estado cada vez más vulnerable, pasando de ser una persona fuerte e
inteligente, a cuestionarse lentamente a sí misma cada vez más, hasta que llegara
a un estado en el que ya no supiera si podía confiar en ella, en sus propios
sentidos, en sus pensamientos. Este sentimiento de amenaza fue un punto
principal de la historia, y era importante para mí llevar al lector a lo largo
de este desarrollo. Eso fue un desafío total, pero sobre todo una labor muy divertida
para mí como escritora. En general, diré que disfruté mucho escribiendo esta
novela.
Al igual que Rikke, cada uno de nosotros ha tomado decisiones que sabe que pueden tener consecuencias nefastas, pero aún así terminamos ignorando todo. ¿Por qué crees que pasa esto?
Creo que hay muchas y diferentes razones. Con Rikke, por
ejemplo, quería escribir sobre una persona inherentemente racional que toma
decisiones que son muy irracionales, incluido el riesgo de perder un matrimonio
razonablemente feliz y una buena vida familiar, por una aventura que tal vez ni
siquiera fuera tan satisfactoria. ¿Por qué la gente toma decisiones tan
irracionales? Los deseos y las necesidades suelen ser motivaciones de
comportamiento más fuertes que la pura racionalidad. En el caso de Rikke, ella siente
que se está perdiendo de experiencias importantes al tomar la decisión de
casarse con su primer novio, a quien conoció cuando tenía apenas dieciséis
años. En combinación con una cierta torpeza en la vida familiar cotidiana, ella
no puede resistirse cuando surge la oportunidad, por muy irracional que pueda parecerle
y parecernos. Hay muchas y diferentes razones.
El maltrato animal aparece en el libro como una forma
de conocer más sobre los pensamientos de algunos personajes, pero creo que es
importantísimo conversar sobre este tipo de violencia que mucha gente parece
normalizar. ¿Cómo llegó esto a la historia? ¿Por qué decidiste hablar al
respecto?
Existe un fuerte vínculo entre la violencia contra los
animales y la violencia contra los humanos. Creo que nos relacionamos con la
crueldad contra los animales de una manera dualista: por un lado, la toleramos
en la agricultura industrializada y la vemos como menos severa que la violencia
contra los humanos. Por otro lado, nos incomoda mucho, entre otras cosas porque
es claramente inútil: matar a un gato como se hace en la novela parece no tener
otro propósito que satisfacer alguna extraña y desagradable necesidad en la
persona que lo hace. Este dualismo es realmente interesante.
Emma, la hija de Rikke, actúa en la obra de teatro
escolar The Threepenny Opera de Bertolt Brecht. Y es genial encontrar esto como
un elemento en el libro, porque la vida es como el teatro. Nuestros roles
cambian dependiendo de la escena en la que nos encontremos y de los ojos que
nos estén mirando. Podemos pasar de una comedia romántica a un thriller
psicológico en cuestión de segundos. Eso es asombroso, ¿no lo crees?
Totalmente. Me gusta mucho jugar con los géneros cuando
escribo. Siempre es un poco arriesgado incluir el texto de otra persona en el mío,
y Brecht es literatura mundial, por lo que establece un estándar bastante alto.
Por otro lado, es un texto rico que se puede interpretar de muchas maneras, por
lo que me dio muchas cuerdas para tocar.
Jorgen, el hombre con el que Rikke le es infiel a su
esposo, dice en el libro que "amante es el que ama". ¿Qué es lo que Helene
Flood más ama del mundo?
Bueno, como la mayoría de nosotros, amo a las personas
cercanas a mí. Los seres humanos son animales sociales, después de todo. Quizá
no sea sorprendente, pero también amo escribir. Para mí, un día perfecto sería
un día con mucho tiempo y espacio para escribir, preferiblemente en un lugar con
vista al mar. Y luego, tener tiempo con mi esposo y mis hijos. Así que esas son
las dos cosas que más amo en el mundo.
¿Qué cambió en ti cuando te descubriste como escritora? ¿Qué te han dejado las historias que has escrito, como La psicóloga y La comunidad?
Creo que siempre he sido una narradora. Todos inventamos
historias cuando somos niños, pero para mí eso nunca se detuvo. Cuando aprendí
a escribir, comencé a plasmar mis historias y, en ese sentido, he sido
escritora desde la infancia. Al escribir novelas que han sido bien recibidas,
he ganado mucha confianza en el oficio. Ahora me resulta más fácil creer que
esto es algo que sé hacer. Y en un sentido más concreto, que mis libros estén
siendo exitosos me ha dado la oportunidad de tener más tiempo para escribir,
por lo que ahora cuento con días completos dedicados a ello. Para alguien que
solía hacerlo solo tarde en la noche o antes de que comenzara el día, o en
estaciones de tren y aeropuertos, es un lujo poder tener un día completo de
trabajo sola con mi computadora y mi taza de café, sin nada que hacer excepto
escribir. A veces no puedo creer la suerte que tengo de que esto sea parte de
mi trabajo hoy en día.
Inteligente, fino y profundo. Así es como yo definiría
La comunidad. ¿Cuál sería tu definición?
¡Muchas gracias por tus palabras! Quizás agregaría tenso e
intenso a la lista, pero estoy feliz de tomar la definición que le diste a La
comunidad.
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