Reseña: Diario del fin del mundo - Mario Mendoza
Es inevitable pensar que nacer tiene un objetivo definitivo y que es irremediablemente el mismo para todos: la muerte. Es curioso observar que ese irremediable objetivo parece desencadenar en los seres humanos un afán tremendo por llevar todo lo que los rodea hacia ese mismo fin. Es agobiante darnos cuenta de que hemos marcado el camino del lugar al que llamamos hogar hacia ese mismo destino. Nos matamos los unos a los otros, abusamos indiscriminadamente de los recursos que el planeta nos provee, violentamos los derechos de quienes están a nuestro alrededor, pisoteamos a los que se atraviesan en nuestro camino, contaminamos las fuentes hídricas con las que contamos, abusamos de la fe de las personas, usamos el desarrollo como excusa para acabar con la fauna y la flora y, lo peor de todo, creemos que lo que hacemos no tendrá repercusiones. Pero no, es imposible hacernos los ciegos y no notar lo que ocurre frente a nuestros ojos. Fenómenos editoriales como Mario Mendoza son...