“En mis libros he tratado de llevar a la inteligencia artificial hasta el extremo": Jay Kristoff

Desde pequeño se enamoró de la literatura y los juegos de mesa. Se graduó en artes y estuvo durante más de una década trabajando en la industria de la publicidad. En esos años, empezó a encerrarse en el estudio para que su esposa no se diera cuenta de que estaba creando historias.

Jay Kristoff piensa que inició tarde en la literatura pues pasó largo tiempo creyendo que lo que escribía era malo, por lo que sus manuscritos terminaban siempre en el archivador. Esto cambió cuando logró poner punto final a uno de sus trabajos. “Tenía 18 años y jugaba a «Calabozos y dragones» con mis amigos, uno de esos juegos de rol en los que te tienes que inventar una historia y dirigir a tus compañeros. Fue ahí que empecé a escribir en serio, pero solo hasta 2008 tuve la intención de escribir un libro para publicarlo”. Ese borrador terminado llegó a librerías en 2012 como «Tormenta», el primer volumen de «Las guerras de loto», una trilogía de fantasía steampunk con la cual recibió múltiples reconocimientos y se puso en el mapa como un nombre a tener en cuenta dentro del género.

Una de las cosas que más elogian los lectores del trabajo de Kristoff es su capacidad para acercarlos a escenarios de ficción y fantasía, a lugares que muchas veces no existen, y hacerlos sentir parte de ellos a la vez que reflexionan sobre diversas problemáticas de su presente. Esto ocurre en la trilogía «LIFEL1K3», en la cual nos transportamos a un mundo postapocalíptico en el que hay robots asesinos en medio de un ambiente cargado de polvo y radiación. “Este es un retelling de «Romeo y Julieta». Tiene algunos toques de «Pinocho», otros de «Blade runner», y algunos de «Mad Max». En él hay humanoides que fueron creados para servir a los seres humanos, y con esto quería cuestionar la moralidad de esos hombres al pretender reemplazar a los dioses mediante desarrollos científicos”.

Entre otros temas, «LIFEL1K3» explora la relación que tenemos con la tecnología, así como los peligros a los que estamos expuestos a través de esta. “En mis libros he tratado de llevar a la inteligencia artificial hasta el extremo. Nos encontramos en una segunda oleada de la IA en la que tenemos unas máquinas que están aprendiendo a hacer cosas por ellas solas; pero ya hemos atravesado una primera, la de los algoritmos que están en las redes sociales y en la web, una que han creado las compañías para conseguir más dinero. Nos muestran anuncio tras anuncio, se llevan nuestra atención y terminamos comprando lo que nos ofrecen. Esa primera batalla ya está completamente perdida… Es cada vez más normal ver personas pasando doce horas o más frente a sus teléfonos. La consecuencia de todo esto es que nos perdemos un poco de la realidad, nos disociamos y dejamos de pasar tiempo con nuestras familias y nuestros amigos, nos apartamos del mundo real. Tener redes sociales en el celular es como tener acceso fácil a una droga. Es algo que me asusta”.

Uno de los últimos trabajos del autor es la trilogía «Aurora rising», la cual escribió junto a su compatriota Amie Kaufman. Esta obra se desarrolla en el año 2380, cuando Tyler Jones conforma un escuadrón con personas que nadie más quería aceptar para cumplir su primera misión. En el encargo que les asignan, rescatan a una chica atrapada en un sueño criogénico que podría ser el catalizador de una guerra que lleva millones de años gestándose.

La historia, cuya escritura permitió a Kristoff descubrir otras facetas en el oficio, es descrita por ambos autores como una carta de amor a la ciencia ficción en la que plasmaron todos los elementos que aman del género para crear un mix entre «Guardianes de la galaxia» y «Star Trek». Algo muy interesante dentro de la trama es el análisis que se hace de la manera en que la sociedad excluye y de las complejidades emocionales a las que nos vemos sometidos al estar en un sistema que nos empuja a destacar y buscar validación.

Este no creyente de los finales felices nació en 1973 en la ciudad de Perth, Australia, pero vive actualmente en Melbourne con su esposa. Cuando se le pregunta por algún consejo para aquellos que quieren dedicarse a la escritura, tiene claro que lo más importante es terminar lo que se comienza y permitirse ser malo en el proceso. “No puedes arreglar un coche que no existe, pero sí uno que está descompuesto. Los primeros borradores apestarán, los míos también lo hacen, pero los siguientes van a ir mejorando poco a poco. Las historias deberían crecer con cada reescritura. Yo, ahora mismo, estoy escribiendo un libro en el que me estoy permitiendo ser una mierda. Es algo horrible, pero sé que va a ir mejorando. Debo permitirme fallar”.


Pd.: Los fragmentos citados hacen parte de una presentación que realizó el autor en su visita a España en noviembre del 2023.

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