"Este es el libro más real que he escrito". Una entrevista con Edwin Vergara
La primera semana no se siente el cuerpo:
la
catástrofe es total:
inminente.
El
recuerdo atraviesa la garganta,
todo lo
que se dice pertenece
al
pasado.
Todas
las palabras
se
vuelven tristes.
Todas
las emociones
son
recuerdos.
Los sueños
son intranquilos.
Uno se
mira al espejo
y no se
reconoce
uno se
despierta y se sabe solo…
Este es el
primer poema de Entre mi amor y tu ausencia, el libro más reciente de Edwin Vergara, poeta colombiano nacido
en el municipio de Marinilla en Antioquia y quien en 2015 abrió una página de
Facebook para compartir las frases que escribía como hobby y que hoy son
los versos con los que más de un millón de personas conectan a diario.
¿Cómo
llego la poesía a tu camino de vida?
Desde el
colegio siempre estuve con muchos amigos que eran artistas, que eran músicos.
Esto me llevó a entrar a una banda de rock en la que fui el vocalista y estuve
en ese proyecto unos cinco años. Allí tuve la oportunidad de hacer un par de
letras, de componer un par de canciones. En esa época no escribía ni leía, pero
esa fue la manera en que hacía algo con la palabra sin darme cuenta. Luego
estudié locución para radio y en las prácticas me pusieron a redactar cosas
para un periódico. En la oficina había una especie de biblioteca y ahí conocí «La
tregua» de Benedetti, los libros de Gabo, la poesía de Jaime Sabines. La poesía
y la literatura se atravesaron en mi vida en ese instante. Comencé a escribir
mis frases a modo de pasatiempo pues tenía muchos ratos libres en ese trabajo.
Decidí abrir una fanpage para publicarlas y no dejar que se perdieran en
un documento de Word. Eso fue en 2015 y en 2023 el proyecto cumple ocho años en
los que, afortunadamente, muchas personas se han involucrado.
Hablemos del modo en que encontraste tu estilo y lo que querías escribir. ¿A quién deberíamos leer para conocer un poco de Edwin Vergara?
Cuando
comencé a leer, no pude parar. Tuve dos o tres años en que fui un adicto a la
lectura. Habré leído, no sé, unos 250 o 300 libros en ese lapso; ese fue el
primer paso. Luego escribí y publiqué las frases que me nacían y, a medida que
las personas iban interactuando con ello y empezaron a preguntarme si tenía
pensado publicar un libro sin siquiera yo habérmelo planteado, me interesé en
cómo otros autores lo habían hecho, en cómo darle una estructura a lo que yo estaba
haciendo. Me encontré con escritores contemporáneos como Elvira Sastre, Jota
Santatecla y muchos otros publicados por la editorial Valparaíso. Creo que de
ese modo fui entendiendo lo que quería hacer porque al principio está el dilema
de si quiero inclinarme por los fragmentos, la prosa poética, los cuentos
pequeños o la poesía en verso libre, que es de lo que se trata este último
libro.
Para la
segunda pregunta me remitiría a los ya mencionados Benedetti, Sabines, Sastre y
Santatecla. También a Raúl Gómez Jattin o José Asunción Silva. De todos ellos
fui encontrando palabras e identificando la ruta que quería andar: Hacer poesía
amorosa inspirado en lo que se escribía en América Latina.
Cartas sin destino fue tu primera publicación en físico y eso representa
experiencias, retos y un sinfín de situaciones a las que no se está expuesto en
el mundo digital.
Ese
contacto por fuera de la pantalla es muy importante porque, al final de
cuentas, es lo que te ayuda a terminar de creer en todo lo que estás haciendo.
En redes sociales tienes las reacciones de la gente, los mensajes de muchas
personas de diferentes partes del mundo, pero siento que la conexión en el
plano físico es distinta, especial.
Tomada del Instagram del autor |
Cartas sin destino fue un poemario muy experimental, nacido de mi necesidad por escribir y de darle algo a quienes me pedían un libro. Fui acomodando los fragmentos que ya tenía escritos hasta la fecha, los mandé a la editorial argentina que se interesó en lo que hacía y, aunque esta no fue una buena experiencia, me dio el empujón para buscar otras opciones y allí me encontré con el mundo de la autopublicación en Amazon, una opción que nadie debería desestimar. Tomé la decisión de publicar así mi segundo libro y, de un momento a otro, las ventas se dispararon y logré posicionarme como uno de los poetas juveniles más vendidos en habla hispana. Gracias a esto tuve la oportunidad de viajar a México y dar recitales en diferentes ciudades. Tener lugares llenos de gente que estuviera allí para escucharme en un recital en otro país te hace creer en lo que estás haciendo y tener más fe en tu trabajo y en ti. Nunca pensé que eso pudiera pasar. Fue algo muy loco.
Me
gustaría hablar un poco más de tu experiencia con la autopublicación porque el
sector editorial sigue siendo pequeño para la oferta tan basta que existe.
Yo me
encontraba en una etapa de mi vida donde tenía que tomar decisiones radicales
porque me estaba independizando. Luego de la mala experiencia que tuve con esa
editorial, busqué información y me encontré con buenas referencias de Amazon
para la autopublicación. Me dije: Edwin, no es una editorial, pero hay que
abrirse el camino.
Vivimos en
un mundo que ha cambiado las reglas del juego. Ya nadie va a ir a escucharte al
garaje de tu casa, por ejemplo. Ahora cada uno tiene la posibilidad de mostrar
lo que hace a través de redes sociales y plataformas digitales, de encontrar su
público de esa manera.
Me di la
oportunidad de intentarlo y la reacción de la gente fue magnífica. Vendí más de
15.000 ejemplares de ese libro y así llegó la oportunidad de publicar con Valparaíso
y ahora con Planeta, un sueño que tenía desde que estaba en el periódico y les
decía a mis colegas que algún día iba a publicar con esa editorial. Hay que
atreverse para poder conseguir resultados, porque no lograrás nada si te dejas
llevar por el miedo.
Entre
mi amor y tu ausencia, tu libro más reciente y el primero en estar en las
librerías de Colombia, habla de la tusa, de los cierres y la búsqueda de nuevos
comienzos. Lo más interesante es que nació de tu experiencia personal. ¿Cómo
viviste su creación? ¿Lo escribiste en medio del proceso o al final de este?
Antes que
nada, debo decir es que este es el libro más real que he escrito hasta ahora
porque es el primero que no está inspirado en terceros, en lo que otros me
contaron, sino en algo que viví. Estamos en marzo del 2023 y todo empezó en
marzo del 2021. La ruptura con una pareja con la que llevaba tres años y con quien
teníamos una vida formada en Medellín y unas metas a futuro. De repente, todo
termina. No vi venir eso, tal vez fui torpe o medio ciego. Lo más difícil fue
que no me cortaron de plano, sino que me pidieron un tiempo, entonces vives con
esa expectativa, con la incertidumbre. Pasé de pesar 70 a 50kg, mi familia estaba
preocupada por mi estado y entré en una depresión profunda.
Tomada del Instagram del autor |
Ahí llegó un mensaje de la editora de Planeta diciéndome que querían conversar conmigo y apareció una luz en medio de toda esa oscuridad, de ese mundo gris en el que vivía. Me dije que era el momento para hacer algo que valiera la pena con lo que estaba sintiendo, con lo que estaba atravesando. Por supuesto, las cosas no fueron tan fáciles, porque era imposible que los sentimientos no me tocaran y bloquearan mi escritura, porque las cosas no son fáciles cuando la ruptura es tan reciente. El dolor puede más que la creatividad y terminas llorando.
Fue un
proceso de casi un año con este libro y cada parte me fue entregando lo que yo
quería. Le di la estructura de las cinco etapas del proceso del duelo según la
psicología. Traté de vivirlo de esa manera porque la ayuda profesional fue
clave en todo lo que estaba pasándome. Viví la negación, la ira, la
negociación, la depresión y la aceptación y lo fui adaptando a lo que escribía.
Cuando llegué al término de mi proceso personal, también había llegado al final
de lo que estaba escribiendo. No fue nada fácil porque sobrepienso las cosas,
sufro de ansiedad y de ataques de pánico, pero aquí estamos dos años después.
¿Qué
ha sido lo más grande que te ha dejado la escritura?
Las vidas
que tocas, la gente que conoces, los amigos que te da el arte, los hermanos que
llegaron con lo que hago. Eso es lo más grande que me ha dejado la escritura.
¿Existe
algún límite para la poesía?
No. Todo es
poesía. Donde mires hay poesía, solo hay que saber verla, desautomatizarla, descodificarla.
No siempre la poesía es de amor y desamor. Puedo hacer poesía sobre política,
sobre ciencia ficción. Hay todo tipo de poesía.
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