Reseña: Guiño - Rob Harrell

El tiempo es algo increíble que valoramos más y más a medida que pasa. Cuando somos jóvenes creemos que nunca se acabará, pero con los años llega la conciencia para hacernos saber que estamos equivocados y deberíamos aprovecharlo porque se agota segundo a segundo. Sin embargo, para todos no ocurre igual. Muchos no se mueren de viejos. Muchos se van cuando apenas empiezan a vivir. Muchos deben cargar con el peso de enfermedades graves y sus consecuencias en lugar de estar en un parque jugando con otros niños.

Ese es el caso de Ross, un chico como cualquier otro cursando séptimo grado en el colegio, con la particularidad de acabar de ser diagnosticado con cáncer de ojo, hecho que alterará para siempre todo lo que conocía, incluso a él mismo. Y esto es lo que cuenta el escritor e ilustrador Rob Harrell en su novela Guiño, traducida al español por Mercedes Guhl, una historia basada en su experiencia personal de lucha contra un atípico cáncer de ojo.

Antes que nada, hay que destacar la edición de este libro: cubierta vistosa y divertida de un tono naranja chillón, ilustraciones geniales en guardas e interiores, y un tamaño de letra apropiado para hacer más cómoda la experiencia de lectura en los chicos entre 9 y 13 años (público objetivo).

La primera escena de la novela nos muestra a Ross recostado en una mesa de acero, con una máquina apuntándole a la cara y un radiólogo preparado para iniciar con sus radioterapias. No es un inicio fácil ni una escena que quisiéramos plantearnos, pero es algo que pasa y allí el libro resulta tremendamente acertado al no querer tapar la realidad, sino más bien reflejarla desde los ojos de un niño y presentarla al lector como lo que es, con la inocencia y el miedo de alguien que no termina de entender lo que está viviendo.

Y la tarea del autor no se queda ahí, pues da un vistazo honesto, duro y amplio a los cambios internos y externos en Ross, en sus rutinas, y en las dinámicas con su familia y amigos. Porque ante una situación como esta es inevitable que las cosas cambien, que tus seres queridos te presten atención desmedida, que algunos se burlen, que otros se alejen, que personas te vean como el bicho raro, e incluso que tú llegues a pensar que no vale la pena seguir adelante, o tal vez que eres el centro del universo y olvides que los demás también tienen sus propios problemas.

Sin embargo, esta no es una historia triste. A pesar del realismo que le imprime Rob Harrell, estamos ante una novela ocurrente y DIVERTIDÍSIMA (sí, en mayúsculas), tarea que no es nada sencilla pues se corre el riesgo de traspasar la línea de lo correcto entre lo serio y lo cómico para terminar creando algo ofensivo. A esto se le suma una serie de tiras cómicas protagonizadas por Baticerdo, un súper héroe creado por Ross y mediante el que exterioriza y expresa cómo se siente y por lo que está pasando. La mezcla perfecta.

Todo lo que les he contado no ocurre solamente gracias a Ross, sino a las interacciones que tiene con quienes lo rodean. Porque somos individuos, pero hacemos parte de algo más grande. No estamos solos en este mundo y es valioso que libros como este den cuenta de ello, de la importancia de entender los procesos y opiniones del otro, de ser empáticos y respetuosos, y de pensar muy bien antes de emitir un juicio sobre los demás. Las palabras pueden ser muy poderosas.

Lo anterior me permite alabar algo más de esta obra y es la increíble plantilla de personajes con la que cuenta, gracias a los cuáles el libro llega a otros lugares y aborda transversalmente temas como el bullying, el uso de las redes sociales, la necesidad de una formación en inteligencia emocional, el rol de los docentes, el efecto de las decisiones de los padres en la cotidianeidad de los hijos, la compasión, los sueños y la amistad. En esto último es imposible no enamorarse con la relación que Ross tiene con Abby, su mejor amiga, una chica entrañable y única. Ojalá todos tengamos a una Abby en nuestras vidas.


Guiño es un libro divertido, sensato, inteligente y MUY IMPORTANTE. Un relato conmovedor y bien abordado sobre una realidad que los más pequeños (y también los más grandes) necesitan comprender con todos sus matices. Un viaje inigualable y muy bien logrado por la vida de un niño de cáncer y por las consecuencias de una sociedad que nos vende la “normalidad” como lo único que está bien. Directo a los favoritos de la vida.

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