Entrevista con Benito Taibo

Hablar de Persona normal es hablar de un fenómeno para los jóvenes lectores de Latinoamérica. Hablar de Persona normal es hablar de una revolución silenciosa y poderosa que va surgiendo entre las estanterías de una biblioteca. Hablar de Persona normal es hablar de un hombre excepcional como lo es Benito Taibo, un escritor y promotor de lectura como pocos. Tuve la oportunidad de hablar con él, a propósito de la publicación de la edición conmemorativa por el 10° aniversario de Persona normal, y aquí está el resultado de esa conversación.


Foto tomada de Milenio


¿En qué momento te diste cuenta de que la literatura, la cultura, el arte y la educación pueden hacer un cambio representativo en el individuo y en la sociedad?

Fue desde muy pronto, cuando era muy joven. Porque vengo de una familia de escritores, pintores, escultores, músicos, y yo notaba que eso era algo importante, que lo que ellos hacían era algo importante. Muy pronto me di cuenta de que los libros transforman a las personas, les transmiten sensaciones y experiencias indescriptibles. Recuerdo una frase del poeta español Luis Rius que dice que “no podemos vivir como si la belleza no existiera” y el arte y la cultura representan esa belleza, pero también a la idea. El arte y la cultura son generadores de preguntas, nos llevan ser más curiosos. No estoy seguro de si tienen el poder de dar respuestas, pero sin duda generan más y mejores preguntas, lo que nos hace ser quienes somos. Un proceso magnífico.

Estoy seguro de que la sensación de compañía que me generaron tus libros no es algo que solo experimenté yo. Ese es uno de los poderes que tienen tus historias. En todo este camino de la vida y de hacerme lector me sentí como Sebastián, con un escritor llamado Benito Taibo como mi tío Paco. Y me encantaría saber qué se siente ser el tío Paco para tantos lectores alrededor del mundo.

¡Híjole! Es una mezcla que parecería contradictoria porque tiene un gran porcentaje de responsabilidad y un gran porcentaje de gozo. Por un lado, el que yo logre hacer algo por otros a través de mis palabras, hacer que los chicos se acerquen a los libros con esa curiosidad innata en ellos, es increíble. Pero esa es una tarea del lector, acercarse, preguntarse y entender. No me gusta ponerme méritos que no tengo. Yo simplemente hice un pequeño homenaje a la literatura y ustedes como lectores fueron quienes forjaron sus personalidades y pensamientos. Por otro lado, lo que me encanta es tener un montón de cómplices en este mundo que parece gris, triste y horrible, pero que a su vez tiene cosas increíbles, maravillosas y poderosas que pueden hacernos brillar, así sea por un instante.


Desde esta esquina hay mucho agradecimiento para ti, para esa cercanía que nos diste con las palabras, pero ya queda cerrada la pregunta jajaja. Y ahora me conecto con lo último que mencionaste, el mundo gris y peligroso que nos toca, específicamente hablando de la realidad que se vive en América Latina. Vivimos una era muy compleja desde lo social y lo político. Siempre se ha hablado de que los jóvenes son los encargados de cambiar el presente para construir el futuro, y partiendo de eso me gustaría saber qué crees que estos jóvenes tendrían que empezar a hacer para pensar en algo diferente de cara al mañana.

Desde este lado también hay un agradecimiento infinito. Y para responder a tu inquietud, tengo que decir que ya hay una revolución en marcha, la revolución de las mujeres intentando tumbar a la lógica heteropatriarcal que nos ha dominado en toda la historia. Ese es el germen de una revolución importante y de la transformación de pensamiento. Ellas están haciéndolo y nosotros, los hombres, tenemos que deconstruirnos y acompañarlas en ese camino. Solo juntos podremos transformas las cosas y creo que ya lo estamos transformando. Al leer, los jóvenes están entendiendo cosas que sus padres y sus abuelos no entendían por sus trabas culturales. Solidaridad, relación con los demás o la otredad son cosas que los jóvenes están entendiendo y con eso se van a crear formas y visiones distintas para pensar en un mundo mejor. Un mundo con lectores es un mundo transformable.

10 años han pasado desde que Persona normal fue publicado por primera vez. Quisiera que me contaras una experiencia divertida y un aprendizaje que llegaron en esos 10 años.

Han pasado tantas cosas, me he presentado en tantos foros de tantas maneras… Recuerdo una vez, en la Feria del Libro de Guadalajara, que dije que si no éramos capaces de reírnos de nosotros mismos seríamos incapaces de reírnos de lo demás y con los demás (no de los demás). Al día siguiente estuve en una escuela bastante pobre y cuando entré al lugar, y estoy hablando de un espacio de más de 300 personas, todos los chicos llevaban puesta una nariz de payaso, y me dieron la mía, por supuesto. Fue un momento maravilloso. Ahí descubrimos el poder que tienen las palabras y la capacidad transformadora que tienen las mismas.

Ha sido un viaje maravilloso que me ha acercado a miles de jóvenes en toda América Latina y eso es algo que no puedo sino agradecer, porque ellos han sido de una gratitud tan abrumadora que aún sigo sin creer que todo esto haya pasado y siga sucediendo. Como que es otro al que le ocurre todo esto y yo solo soy un observador que la pasa maravillosamente con lo que ocurre alrededor. No puedo más sino decir que soy un chico muy feliz por haber escrito este libro.


Así como nosotros tenemos Persona normal como la caja de Pandora que nos abrió las puertas a ser lectores, estoy seguro de que en tu vida hubo uno a varios libros que cumplieron ese papel.

Fueron muchos. Fue todo. Fue una multitud de libros. Cuando descubrí el boom latinoamericano quedé con los ojos abiertos. Las novelas sobre las dictaduras de los años 70 fueron esclarecedoras de ideología propia.

Tal vez, hay un libro que a mí me sigue emocionando por lo que significa, por su enorme sencillez, y es Tú estás loco, papá. Cuenta la historia de un padre divorciado y su hijo. Ellos viven en Malibú y van encontrando, en todas esas mínimas y pequeñas cosas que surgen a sus pies, lo necesario para vivir y entender que la vida es espléndida. Tal vez ese sea uno de mis libros detonantes en cuando a educación sentimental y maneras de mirar distintas a las que tenía.

¿De qué se están perdiendo los que siguen siendo personas normales?

Se están perdiendo de los dragones que vuelan por los aires en medio de la ciudad, de la posibilidad de sentir con otra piel, de oler con otra nariz, de mirar con otros ojos, de besar con otros labios. Se están perdiendo de la resurrección instantánea que brinda la literatura. Se están perdiendo de la oportunidad de vivir cientos y miles de vidas sin necesidad de despojarte de la tuya. Se están perdiendo de la posibilidad de viajar sin moverte de tu silla. Se están perdiendo de descubrir que el libro es bálsamo para las heridas, capote de superhéroe, almohada para tener grandes sueños y cama de clavos para tener pesadillas, porque el libro también incomoda, porque el miedo y el horror también están en la literatura. Porque la literatura es solo un reflejo magnificado y convertido en algo más esplendoroso, pero al fin y al cabo solo un reflejo de la vida.

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