Reseña: Su último día - Shari Lapena

Todo empieza con una mentira. Parece insignificante, pero las cosas avanzan y requieren que lleguen más mentiras para sostener la que se dijo inicialmente. La vida no se detiene. El círculo necesita de más falsas certezas para seguir, para no perturbar la tranquilidad en la que estás parado. Las palabras salen de tu boca sin freno y confías tanto en ellas que hasta te las crees. Ya no te importa si lo que dices pueda llevarse a alguien por delante. Cuando menos lo esperas, la situación ya no tiene retorno y la línea entre lo cierto y lo que no lo es desaparece.

La mentira es uno de los ejes de Su último día, la novela más reciente de la escritora canadiense Shari Lapena, también autora del bestseller internacional La pareja de al lado.

Stephanie, la protagonista, lleva una vida en apariencia perfecta que comienza a venirse abajo tras el nacimiento de sus gemelas, las cuales sufren de cólicos y la someten a ella y a Patrick, su esposo, a extenuantes jornadas sin poder dormir bien. Las cosas empeoran cuando aparece una extraña mujer para decirle que Patrick no ha sido totalmente sincero con ella y que su primera esposa no murió en un accidente, sino que fue asesinada por él. Cuando lo cuestiona, este le dice que eso no es cierto y que solo se trata de un vil intento por chantajearlos, pero ¿quién está diciendo la verdad? ¿Ha vivido engañada todo ese tiempo? ¿Erica ha venido solo para hacerles daño? ¿Acaso la privación del sueño está causando estragos en su mente? ¿En quién puede confiar?

Lapena tiene la insana habilidad de escarbar en la mente de los personajes que crea y jugar con ellos, llenarlos de dudas y someterlos a un insostenible estado de angustia. Y esto se traslada al lector, quien al final de cada capítulo verá cómo los misterios no paran de crecer, y las teorías y soluciones se desmoronan. Lo más curioso es que parece que esto mismo le sucede a la autora, quien confiesa que no tiene un mapa que la guíe al escribir sus novelas, sino que va dejando que todo fluya y que sea la historia misma la que la lleve consigo, la que la sorprenda.

“Yo creo que todos somos capaces de hacer cosas que no estaríamos dispuestos a admitir”, dice uno de los personajes principales. Y es que lo mejor de esta historia es la retorcida y tangible faceta que muestra de los seres humanos, de los límites que somos capaces de saltar cuando queremos algo y de lo difícil que es descifrarnos. Así mismo, la novela habla de los secretos y de lo que estamos dispuestos a hacer para mantenerlos ocultos, para evitar las consecuencias que sacarlos a la luz pueda traer. Lo más perturbador es ponernos en los zapatos de los protagonistas y darnos cuenta de que la ficción que estamos leyendo fácilmente puede estar inspirada en hechos reales.

Esta lectura también explora los miedos que llegan cuando descubrimos que las cosas no son como las creíamos, cuando tenemos que empezar a pensar en cambiar nuestra realidad o tapar el sol con un dedo y seguir como si nada hubiera pasado. El peso de la verdad puede llegar a ser inmanejable y así lo presenciamos con lo que enfrentan de principio a fin Stephanie, Patrick, Erica y los demás personajes.

Una vez se abre este libro, resulta muy difícil despegarse de la historia, soltarse de la tensión que impregna sus casi 400 páginas y de los dilemas cotidianos que presenta. Estamos ante una lectura adictiva, sencilla y cargada de suspenso. Entretenimiento puro y apto para todo lector.