Reseña: Seis - Alvaro Vanegas
Tentar al hombre no es una tarea tan difícil. Somos impulsivos. Débiles. Solemos perder la razón cuando el brillo de una oportunidad se pone frente a nosotros. Eso lo sabe muy bien Andras, el Marqués de los Infiernos, quien inventó un peculiar juego de dados en el que seis personas deben competir por lograr todo lo que siempre han soñado, premio que recibirá aquel que sea el único en seguir con vida al finalizar la contienda. Algo importante que no he mencionado es que la persona que saque mayor puntaje en cada ronda deberá infligir algún tipo de daño a otro de los participantes. Esa será la manera en la que cada uno de ellos irá cayendo.
En esta leyenda urbana, que se presume proviene del manuscrito
original del Diccionario Infernal del demonólogo Jacques
Auguste Simon Collin de Plancy, se basa la nueva novela del escritor colombiano
Alvaro Vanegas, el exponente más importante de la literatura de terror en
nuestro país. Este libro lleva como nombre Seis.
La historia inicia con una mujer en un callejón de Bogotá. Ella está aterrada por la estupidez que cree haber cometido al aceptar una cita con un desconocido en un lugar en el que podría pasarle lo peor, miedo que se incrementa cuando ve venir a tres habitantes de la calle que la abordan para pedirle dinero, pero ella no lleva nada encima. Ante la negativa, es amenazada con un puñal y, cuando el destino parece escrito, la expresión de estos personajes cambia y huyen afanosamente como si detrás de ella algo terrorífico hubiese aparecido. Y una risa siniestra confirma las sospechas. Una criatura oscura está ahí para entregarle una caja que ella termina por aceptar sin tener muy claro el motivo.
A partir de ahí, Vanegas hace presencia en toda su
expresión, desplegando su impronta literaria y la experiencia en el mundo de la
producción audiovisual (no hay que olvidar que el autor es también guionista y
que este libro nació del argumento de una serie web). Un juego entre seis
amigos se convierte en una frenética carrera que se siente como una noche
frente al televisor, viendo una película de terror en la que escena a escena la
tensión no hace más que crecer y las apuestas por ver quién se llevará todo lo
que anhelan gracias a los dados de Andras no hacen sino cambiar con cada ronda.
En la sala de un apartamento se levanta una atmósfera
lóbrega e incierta, que encierra a los jugadores en la confusión de lo que
ocurre y en el final que parece inevitable. En ese espacio también están
invitadas la crueldad y la sangre a montones, elementos que disfruté y
enriquecieron mucho la experiencia de lectura.
El escritor aprovecha a sus personajes para estudiar la naturaleza frágil de los seres humanos, nuestra propensión a errar y sumergirnos en espirales que lo único que hacen es destruirnos poco a poco. Las pasadas 100 páginas del relato son un recorrido por el peso de las decisiones, lo que nos motiva a tomarlas y las repercusiones de estas. Los participantes del juego hacen elecciones con base en el miedo, en sus deseos e impresiones de momento, ejercicio nada alejado de lo que representan en la vida de cualquiera de nosotros.
La novela encarna una pregunta definitiva para el lector, un
dilema moral sobre lo que está bien y lo que no, sobre el modo en que influimos
en los demás a nuestra conveniencia: ¿qué estarías dispuesto a hacer por
alcanzar tu bienestar? Cada uno tendrá su respuesta.
Y no se puede hablar de esta historia sin hacer mención a
Andras, al enigmático ser que está detrás de este reto encarnizado y a la
brillante personificación que el autor le otorga. Una destreza narrativa que,
si bien se nota que está pensada para la pantalla, no deja de ser precisa para
el papel.
Seis es suspenso, opresión y, ante todo,
entretenimiento puro. Un libro corto y frenético que da poco tiempo para tomar
aire y seguir. Van a pasar un muy buen rato con él.
“Humanos, tan predecibles, tan frágiles. Tan humanos”.
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