Reseña: Los herederos

Reseña: Los herederos - Wulf Dorn

¿Qué mundo vamos a dejarle a nuestros hijos e hijas? Seguramente se han hecho esta pregunta o la han escuchado de alguien cercano. La mano del hombre se ha encargado de extinguir especies, contaminar océanos, degradar zonas selváticas, alterar los parámetros climáticos y empezar conflictos bélicos que han dejado millones de víctimas.

Lo anterior me lleva a pensar en la realidad a la que estamos empujando a niños y niñas, una en la que millones sufren de desnutrición, viven en condición de calle, son explotados sexual y laboralmente, sufren de maltrato intrafamiliar, no tienen acceso a educación ni a un sistema de salud de calidad, y esto solo por mencionar algunos factores… Tenemos tan normalizada la violencia que somos indiferentes a hechos atroces y absurdos como estos.

Luego de éxitos comerciales como La psiquiátra y Phobia, y de diversas distinciones como el Prix Polar y el Premio Ulla Hahn, el escritor alemán Wulf Dorn llega con Los herederos, un thriller psicológico con tintes entre lo fantástico y lo terrorífico, traducido por Beatriz Galán Echavarría. Esta es la primera novela que leo del autor, pero les aseguro que no será la última.

Nos encontramos con Laura Schrader, quien despierta rodeada de sirenas de ambulancia y completamente perturbada. Está montada en un auto que no es suyo, en cuya cajuela yace el cadáver de una niña. Ella le cuenta a la policía que trataba de escapar de un pueblo en el que todos los habitantes desaparecieron, además de otras cosas bastante irracionales, por lo que encargan al psiquiatra Robert Winter hacerse cargo del interrogatorio para tratar de descifrar lo que esconde ese caso.

Es normal encontrarse con novelas que en el primer capítulo presenten un momento de impacto para enganchar al lector, pero no tanto así ver libros que con el paso de las páginas sostengan ese ritmo y la tensión suceso a suceso. Y precisamente eso es lo que tiene esta obra, la capacidad de mantenerte pegado, con modo detective activado y en un estado de paranoia constante.

Narrado en tercera persona, este libro alterna su recorrido entre hechos del pasado, del presente en un cuarto de interrogatorios de la policía y relatos sueltos sobre hechos que están ocurriendo en diferentes lugares del mundo. Cuando estos planos se entrelazan es fácil sentir que no se va hacia ningún lado o que los hechos narrados no tienen razón de ser, pero seguramente esa es la intención del autor, la de montarnos en los zapatos de la protagonista de la historia, quien tampoco tiene claridad sobre lo que le ha ocurrido, sino que va tratando de encontrarla a medida que recuerda, que reflexiona y que intenta entender. ¿Qué está pasando? ¿Qué carajos estoy leyendo? No se les haga raro verse haciéndose esas preguntas mientras leen esta novela.

Foto tomada de Semana

Como mencioné anteriormente, esta historia se pasea entre el misterio y el terror, fórmula que se apoya en incógnitas que te llevan a crear diferentes hipótesis, así como en escenas que transportan la narración a terrenos de mayor oscuridad. Bosques siniestros, niños silenciosos, un pueblo fantasma, susurros en la oscuridad…

Pero lo que hace particularmente interesante este libro es su marcado tinte de denuncia ante el daño irreversible que hemos causado como especie en medio ambiente y a las terribles condiciones de vida que millones de niños y niñas en el mundo deben soportar día a día. Dice el mismo autor en su prólogo que la realidad siempre resulta mucho más cruel que la ficción, y no es sino sentarnos a leer noticias para confirmarlo.

Los herederos es una novela indescifrable por momentos, inquietante por muchos otros, pero totalmente adictiva y sorprendente, con una línea de suspenso que nunca se rompe. Un válido aprovechamiento de la ficción para crear conciencia en el lector sobre escenarios que revelan lo peor de la humanidad y que son más comunes de lo que quisiéramos. Nada es más aterrador y cruel que ver el odio en los ojos de un niño…