Reseña: Laura Dean termina conmigo - Mariko Tamaki y Rosemary Valero-O'Connell
Hace algunos años escuchaba en la radio a las personas que llamaban a las emisoras para hablar de sus tragedias amorosas, sus problemas de pareja y los dilemas que día a día los aquejaban por esto. En ese momento me parecían increíbles las cosas que la gente contaba, pero ahora, después de haber pasado por un corazón roto, por no comprender mis sentimientos y por un sinfín de estados que aún no sé cómo explicar, los entiendo.
A diferencia de ellos, Freddie no usa su voz sino sus letras
para contarle a Anna Vice, una columnista del corazón, la situación por la que
está pasando con Laura Dean, su novia y la chica más popular de la preparatoria.
La ama, no se imagina su vida sin ella, cada vez que están juntas el mundo se
vuelve un lugar mejor, pero hay algo que no funciona del todo y es que Laura
Dean le termina una y otra vez, por razones que Freddie no termina de tener claras.
Este es el punto de partida de Laura Dean termina conmigo, obra escrita por Mariko Tamaki e ilustrada por Rosemary Valero-O’Connell (cuyo trabajo ha sido expuesto en galerías de diferentes países del mundo), y que ha sido merecedora del Premio Ignatz a Mejor Novela Gráfica y el Premio Harvey al Mejor Libro para Niños y Jóvenes, entre otros galardones.
La historia de Freddie la he vivido y la he visto en muchas
de mis amigas y amigos. Ese estado de ceguera y sordera al que un sentimiento
nos empuja, haciendo que el resto de las cosas a nuestro alrededor se
desdibujen y terminen convertidas en un cero a la izquierda. Idealizamos al
otro y olvidamos que es un ser humano imperfecto como nosotros, que comente
errores, toma malas decisiones, vive malos momentos y es capaz de hacer mucho
daño.
Nuestra vida está llena de luces y oscuridad, y una de las tareas más difíciles puede ser salir de esta última. Seguro ustedes también se han sentido solos o han pensado que nada vale la pena. Pues de eso también habla esta novela gráfica que es mucho más profunda de lo que puede parecer y que ilustra de buena manera esos momentos duros por los que todos hemos pasado, en los que nada parece tener sentido y las lágrimas surgen sin más.
Para salir de todo esto (y no es un spoiler porque la
misma sinopsis lo dice), Freddie necesitará de sus amigas y amigos. Esta
lectura me hizo pensar en esas personas especiales que llegan a nuestras vidas,
que nos hacen morir de risa, que no temen decirnos la verdad así duela, que
siempre tienen listo un abrazo para sanarnos, que nos ayudan a reconocernos e
ir más allá. Esta obra es un homenaje a ellos, a esos que siguen ahí incluso cuando
los dejamos de lado, esos que se convierten en miembros de la familia que
tenemos la oportunidad de elegir. Aprovecho este espacio para decirles gracias,
aunque nunca será suficiente para devolverles todo lo que han hecho y siguen
haciendo por mí.
Esta novela gráfica te envuelve en una policromía en donde el color rosa destaca maravillosamente para presentarnos una realidad de la que ninguno de nosotros está exento: una relación nociva de la que nos volvemos presos. El apartado gráfico de esta obra es superlativo y la convierte en una experiencia vívida, dulce y detallada.
Y no puedo cerrar sin mencionar que una de las cosas que más
me agradó de este libro es la naturalidad con la que habla de una relación
entre dos personas del mismo sexo, misma con la que debería ser tratada
cualquier relación y cualquier persona independientemente de su orientación
sexual. Este pequeño factor es inmensamente importante para que el camino hacia
la igualdad siga construyéndose y que en algún punto del tiempo logremos
convertirnos en una sociedad que acepte, respete y no discrimine.
Laura Dean termina conmigo es una de las mejores novelas gráficas que he leído. Una historia que reflexiona sobre temas importantísimos como el amor propio, las relaciones abusivas, la salud mental, el poliamor, la familia, el aborto y esos momentos en los que necesitamos de la ayuda de otros para salir de una situación que está acabando de a poco con nosotros. Un trabajo gráfico cuidado y alucinante que no puedo dejar de alabar.
No es sano estar en un espacio que nos lastima y en el
que no nos sentimos bien. Se vale decir no más. Se vale pensar en uno. Nunca lo
olviden.
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