Reseña: La cólera en los tiempos del amor - Hongópolis

Teníamos cuatro años. Ella era inteligente, divertida, rubia y de ojos claros. Su nombre era María Fernanda. Jugábamos en los descansos, hacíamos tareas juntos y decíamos que éramos novios (sí, tuve una novia rubia y de ojos claros así no lo crean jajaja). Con ella di mi primer beso, que fue más bien un pico ante el que ambos nos sonrojamos y reímos sin parar.

Crecí y mi relación con el amor fue casi nula por largo tiempo (la adolescencia no me trató muy bien físicamente), hasta que conocí a Karen, la vieja que me volvió loco y con quien conocí lo que era enamorarse, y también lo que mis amigas decían que era la tusa (compadre lo que usted tiene es una traga maluca).

Llegó la universidad, la mayoría de edad me trató algo mejor y empecé a “levantar” más. Ahí fue cuando las dudas sobre si me gustaban o no los hombres se hicieron certezas y la bandera con el arcoíris formó parte de lo que era, soy y seré (orgullosamente).

Tuve encuentros casuales, conocí gente (y me quedé con ganas de conocer más), me descubrí en muchos sentidos, me volvieron a poner los cachos, me emborraché y borré casete, me enamoré de nuevo, me rompieron el corazón, yo también rompí algunos (corazones), me volví a enamorar y viví, no sé si mucho o poco, pero viví y sigo en esas.

Mi suerte en el amor fue, en su momento, muy parecida a la de Juliana, la protagonista de La cólera en los tiempos del amor, proyecto de la editorial independiente colombiana Tanuki, escrito por @hongopolis e ilustrado por @losnaked.

En este libro, quizás una autobiografía, seguramente un ejercicio de catarsis, la autora nos cuenta la ruta de una mujer por la vida y, en sentido estricto, por cómo el amor nos configura, transforma, deforma y también nos sana.

No se imaginan la cantidad de veces que mi hermana se quedó mirándome, como tratando de entender por qué estaba muerto de risa leyendo esta novela cortita y sustanciosa. Las experiencias que se narran en ella son tan comunes como llamar al ex cuando nos emborrachamos, o como prestar un libro y que no nos lo devuelvan. La autora se aferra a la jocosa, irónica y curiosa realidad que usted o yo vivimos para entregarnos un relato vívido, relajado y muy esclarecedor.

Como hombre me sentí identificado en algunas situaciones que presenta el libro, pero estoy seguro de que las mujeres que lo lean se verán reflejadas en mayor proporción ante las vivencias de una congénere viviendo en Colombia, una sociedad conservadora y vetusta que pareciera negarse a avanzar. Todo un desafío. Mi admiración para ustedes.

Otra vaina muy bonita de este libro es que tiene una banda sonora con la que es fácil identificarse y que seguro ha hecho parte de fiestas familiares, celebraciones de fin de año o rumbas universitarias de muchas y muchos (me veo bailando A dormir juntitos o cantando a grito herido Un osito dormilón). La salsa, el vallenato, la ranchera y reggaetón son el ritmo por el que los pasos de una mujer nos permiten hablar del funcionamiento de las relaciones, del juego entre las expectativas y la realidad, de los videos merecedores de un premio Oscar que solemos armarnos en la cabeza, de lo doloroso e irónico que puede terminar siendo algo que nos hizo felices, e incluso del feminismo, el aborto y la salud mental como temas que deben fortalecerse en la discusión pública.

No puedo hablar de este proyecto sin alabar el bellísimo trabajo gráfico que hizo Natalia (@losnaked) con la cubierta y el interior de esta novela. Los tonos, las expresiones, los detalles… M A R A V I L L O S O.

La colera en los tiempos del amor es un libro inusual e inteligente, tan común como extraordinario. Un relato sincero y juguetón que se siente como una charla entre amigos mientras un cóctel ameniza una noche en la que la vida se revela para bajarle un poco el peso a la maleta que siempre cargamos. Leerlo se sintió como un abrazo bonito, de esos que calman y hacen que todo parezca mejor, a pesar de las cosas duras por las que estemos pasando. Reírnos de nuestras desgracias a veces es muy necesario.

 

Pdta. 1: Yo también creo que Carlos Torres es la solución a muchos problemas de la vida. Cosa bella.

Pdta. 2: Con este libro aprendí que las pastillas del día después no son 100% infalibles. Hay que informarnos.

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