Reseña: Colombia, mi abuelo y yo - Pilar Lozano
Desde que abrimos los ojos al mundo inicia un camino de descubrimiento que no se detiene. La necesidad de reconocer lo que nos rodea y el querer encontrar respuestas a las preguntas que pasan por nuestra mente hacen parte de lo que somos como seres humanos.
Recuerdo muy bien cuando mi profesora de sociales me contó
que la tierra giraba sobre su propio eje y también alrededor del sol. Ese día sonó
el timbre que anunciaba el recreo, salí y me senté en el patio a mirar el cielo
tratando de entender lo que había aprendido en clase.
Adquirir ese conocimiento me llenó de dudas, mismas que me llevaron a aprender más cosas, lo que a su vez me llenó de más dudas. Estoy seguro de que eso les ha ocurrido a todos en algún momento. Y eso mismo le pasó a Papá Sesé, el abuelo del pequeño protagonista del clásico de la literatura nacional Colombia, mi abuelo y yo, escrito por Pilar Lozano en 1987, que llega en una edición de lujo, además de revisada y actualizada, a las librerías gracias a Panamericana Editorial.
La idea de este libro nace de los viajes que la autora
realizó por Colombia y del deseo de replicar en otros la experiencia que vivió
con su hijo al contarle el fascinante país que descubrió y ver el interés que
él reflejaba ante cada anécdota, ante cada vivencia. Así fue que llegó al mundo
el viajero abuelo que dedicó gran parte de la etapa final de su vida a
transmitir a su nieto la importancia de cuestionar, debatir y conocer. O de taak,
rait y tiich, palabras del creole (lengua que se habla en la isla
de San Andrés) que al español traducen hablar, escuchar y enseñar.
Las páginas de este libro son una guía de viaje por Colombia, bellamente ilustrada por Olga Cuellar, cuyas páginas son compañía inmejorable en el entendimiento del lugar que llamamos hogar, para navegar por sus diferentes regiones e ir develando así sus características y ventajas geográficas.
De la mano de este entrañable mentor y de su nieto, paseamos
por las cuatro puntas del país, por los ríos que se vuelven sus arterias, por
los picos más altos en donde el frío hace estragos o por los más bajos a los
que solemos recurrir en vacaciones. Nos topamos con culturas, con dialectos,
con rostros, con ideas, con tradiciones y con infinidad de cosas que se
entrelazan para definirnos como nación, como territorio, como idiosincrasia.
Papá Sesé nos invita a su estudio para escuchar de viva voz
su travesía por la selva amazónica, su trayecto por las cordilleras que
atraviesan Colombia de extremo a extremo, el subirse a una canoa para ir de una
casa a otra en el pacífico o tratar de hacerse entender en territorios en los
que los nativos hablaban lenguas desconocidas para él, una de las 65 que aún
conservan los 87 pueblos nativos existentes en el país.
Pero las jornadas de Papá Sesé por Colombia y su infinita curiosidad también lo llevan a plantearle a su nieto y a los lectores de este libro los retos a los que nos enfrentamos, así como las conductas nocivas que adaptamos como normales para con el lugar que es nuestro hogar. Pilar Lozano acierta al revisar desde la educación primaria la necesidad de entender cómo estatal y socialmente hemos relegado a algunas poblaciones, cómo nos tomamos irresponsablemente el rol de dueños del mundo para hacer uso indiscriminado de sus recursos, y los compromisos que deberíamos empezar a asumir para poder pensar en un futuro distinto, más amable con el planeta, más respetuoso de los otros.
Un gran logro del libro, propio de esta edición, es que se
siente presente al desarrollar problemáticas actuales y acudir el contexto de
los niños y sus padres para hacerlos parte de lo que está narrando, para
involucrarlos directamente con lo que pasa en su día a día. En esta versión nos
encontramos teléfonos inteligentes, un mundo enfrentado al recrudecimiento de
las consecuencias del cambio climático, un mayor número de especies en vía de
extinción y, entre otras cosas, una Colombia que ha perdido territorio marítimo
recientemente.
Esta obra aparece como una poderosa herramienta lúdica que ha acompañado a generaciones de docentes, padres y estudiantes, haciendo más amable la enseñanza y comprensibles muchas materias. Un camarada de viaje inmejorable en la invaluable aventura que representa dar un vistazo a los rincones de nuestro país, y también del universo.
Colombia, mi abuelo y yo es un homenaje a la
curiosidad, a ese bichito que nos empuja a ir más allá y entendernos como parte
de un todo que se transforma y transmuta de mil maneras permanentemente. Un
libro necesario e importante por lo que significa en el ejercicio académico al
romper el paradigma de la memorización y plantear una experiencia de
aprendizaje distinta y divertida a través de la conexión con el lector.
Y también es una invitación a conocer a Colombia,
recorrerla, cuidarla y entenderla. Estoy seguro de que, así como yo, varios
destinos quedarán en su lista de lugares por conocer.
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