Reseña: Follaje - Truchafrita

Hace tiempo participé en una jornada de limpieza en un humedal de Bogotá. Juguetes, condones, escombros, jeans, zapatos, medias huérfanas, paquetes de papas y hasta una máquina de coser recogimos ese día, pero lo que más inquietud me generó fue una botella de gaseosa dentro de la cual una planta había encontrado su espacio para crecer.

A pesar de la radioactividad presente en el ambiente, la asombrosa capacidad adaptativa de las plantas ha permitido que una zona condenada por el hombre como Chernobyl luzca año tras año más reverdecida. Así mismo podemos hablar de las innumerables ruinas alrededor del mundo en las que la ausencia de la mano del hombre dio campo a la vida para volver a surgir. Incluso viendo los videos en noticias y redes sociales que muestran cómo se ven las playas en tiempos de Coronavirus, y el acercamiento de los animales a territorios de los que los habíamos excluido. Razón tienen quienes dicen que la naturaleza siempre recupera su lugar.

En esto fue lo primero que pensé cuando terminé Follaje, cómic del dibujante e historiador colombiano Álvaro Vélez, conocido en el mundo de la ilustración como Truchafrita, y que es el título encargado de inaugurar una nueva línea de contenido en la editorial Tragaluz. No saben lo feliz que me hace ver que lo gráfico se abre más espacios en el panorama del libro en el país.

Esta historia llena de silencios nos presenta a un personaje que sueña constantemente con el fin de la realidad en la siempre ha vivido, una en la que no hay espacio para el verde y en el que la rutina lo es todo. En esa misma realidad él asume una figura animal que transita por el follaje tratando de encontrar lo que ya ha desaparecido, la selva de concreto en la que se siente tan cómodo.

Cada vez que viajo con mis amigas y vemos que la naturaleza se hace presente en la ciudad en que estemos, ellas voltean a verme porque saben que sonrío como niño estrenando juguete. El monólogo de este personaje me hizo recordar ese verde que me conecta y que respeto, ese mismo que resiste y sobrevive ante el destructivo modo de vida que hemos adoptado los seres humanos queriendo hacernos dueños de todo.

El autor fortalece esta idea con los colores que aparecen en algunas viñetas y desaparecen en otras, mismo juego cromático que podemos ver en la sobrecubierta que arropa la bellísima edición de tapadura en que este libro llega al mercado.

Follaje es un cómic que narra los finales inevitables y los nacimientos que hay en ellos, esos brotes que explotan aún en las condiciones más hostiles. Una reflexión sobre el insostenible ritmo en que hemos subido al planeta y en la falta que nos hace poder acostarnos más seguido en el pasto a ver las estrellas.

Esta es la botella de la que les hablé al principio. Hermoso cuadro.