Reseña: Balada de pájaros cantores y serpientes (Los juegos del hambre 0) - Suzanne Collins

AVISO: ESTA OPINIÓN PUEDE CONTENER SPOILERS DE LA TRILOGÍA LOS JUEGOS DEL HAMBRE

Lo que antes era Norteamérica ahora es Panem, un reluciente Capitolio rodeado por trece distritos, que llevó la paz y la prosperidad a sus ciudadanos. Entonces llegaron los Días Oscuros, la rebelión de los distritos contra el Capitolio. Derrotaron a doce de ellos y aniquilaron al decimotercero. El Tratado de la Traición trajo nuevas leyes para garantizar la paz y, como recordatorio anual de que los Días Oscuros no deben volver a repetirse, se crearon los Juegos del Hambre, cuyas reglas son sencillas: en castigo por la rebelión, cada uno de los doce distritos debe entregar a un chico y una chica, a quienes se les llama tributos, para que participen. Los veinticuatro tributos se encierran en un enorme estadio al aire libre. Una vez dentro, los competidores tienen que luchar a muerte hasta que solo uno quede con vida. Ese tributo será el ganador.

Han pasado ya 10 años desde que los Días Oscuros terminaron y quedan pocas horas para que dé inicio la cosecha, antesala de los 10° Juegos del Hambre. En las calles del Capitolio aún se ven los estragos que dejó la guerra, quizás como recordatorio para todos sus habitantes. Coriolanus Snow es uno de los estudiantes más brillantes de su generación, la primera en participar en el programa de mentores para los tributos de los diferentes distritos que busca despertar mayor interés en el público para con lo que ocurre en la arena. Su familia no pasa por mejor momento y lo único que les queda de otros tiempos más gloriosos es su apellido, por lo que Coriolanus sabe que, si su tributo llega a resultar ganador, las puertas a un mejor futuro se abrirán. Sin embargo, la suerte parece no ir de su lado, pues se le asignó como pareja a Lucy Gray Baird, la tributo del distrito 12, una chica del lugar más pobre de la nación.

Sí, estamos de regreso en Panem, donde Katniss Everdeen resultó ganadora de los 74° Juegos del Hambre, hechos que tienen lugar en el primer libro de una de las trilogías más populares y definitivas para esta generación de lectores. Sí, volvemos a Panem para conocer el pasado del presidente Coriolanus Snow en Balada de Pájaros Cantores y Serpientes (The ballad of songbirds and snakes), precuela que llega 10 años después de la publicación de Sinsajo, el cierre de Los Juegos del Hambre.

La autora se mueve en el tiempo para ver la historia desde la perspectiva del villano sanguinario y mordaz que es Snow, sus orígenes, motivaciones y miedos. Y lo hace dándonos contexto de un país en condiciones totalmente distintas a las que conocíamos y a unos juegos más rústicos y menos enfocados. Y no solo nos quedamos en el Capitolio, sino que también hacemos una visita por otras zonas de Panem.

La narración cambia de la primera persona con Katniss a una tercera que nos da un espectro más amplio de lo que sucede con Snow y su entorno. Las páginas se convierten en gran parte en un análisis de su psique, comportamiento, dilemas morales y elecciones. Coriolanus es un joven calculador, enfocado en la excelencia a toda costa y obsesionado con el futuro que cree merecer. Aquí nos encontramos con un estudio de los orígenes del sociópata conocido a través del joven que empezamos a conocer, el cual luce incompleto por la necesidad de entender más sus raíces y detallar su progresión.

Imagen de InfoLiteraria

Pero este examen mental no deja de lado la acción a la que ya estábamos acostumbrados, la cual evoca por momentos lo mostrado en En llamas (el segundo libro de la trilogía original), pero esta vez en un contexto despiadado y menos “caritativo”. La pirotécnia y el espectáculo estratégicas dan espacio a una atmósfera violenta (mucho más que en los otros libros de la serie), rústica e inhumana, revelando de manera directa un estado totalitario y manipulador, un aparato al servicio de unos pocos en contravía del bienestar de las mayorías.

Y es en esos puntos en los que la novela cobra un significado filosófico y político, lo cual se avizora desde los mismos epígrafes. El ser y la sociedad. La construcción que uno hace de la otra. La transformación que la otra puede lograr en el uno y viceversa. Resulta irónico y risible (además de triste) vernos representados en las páginas de este libro y, aún más, ver simbolizados a nuestros gobernantes, autoridades y medios de comunicación. Esta novela va a los territorios más sombríos de nuestra mente, esos que seguimos visitando a pesar de saber las terribles consecuencias que nos traerán. Una lección de pensamiento ilustrado.

A pesar de que el libro de centra en Coriolanus (personaje que me encanta), la parrilla de personajes es bastante amplia. Estudiantes, familiares, docentes, políticos, tributos, agentes de la paz, etc. El protagonista no está solo, pero tampoco rodeado de memorabilidad. Hay poca emotividad en este sentido. A excepción de Sejanus Plinth, su rebelde compañero de clase, y de su prima (con quien congenié por razones que entenderán si ya leyeron la trilogía), la conexión es muy débil con los demás. Ni siquiera Lucy Gray logró cautivarme por completo, aunque a su favor diré que gracias a su relación con Snow se logra matizar mucho más a este escalofriante personaje. Eché de menos profundizar en la despiadada Dra. Gaul.

Leer esta novela se asemeja también a la experiencia de leer dos libros distintos, pero con muchas conexiones. Quizás como una primera y una segunda parte de una saga. Tuve inconvenientes con el ritmo desbalanceado de la historia, firme en momentos, calmo en otros y desenfrenado en pocos más. Espero no haberme enredado en esta explicación.

Luego de algunos giros de trama y momentos brillantes, llegamos a un final que disfruté. A pesar de que ya sabía cómo iba a terminar todo desde el mismo inicio (Snow es un villano y Katniss el Sinsajo, no estoy descubriendo que el agua moja), la autora logra que la manera en que presenta los hechos siga teniendo esa chispa que conecta, que indigna y que hace sentir al lector.

¿Qué sería de una precuela o una secuela sin guiños a la historia que le dio origen? Suzanne Collins deja regados huevos de pascua por algunas partes del libro, evocando la nostalgia de los grandes momentos que vivimos los lectores con su historia. En muchos casos todo tiene al fanservice como único motivo, cosa que ocurre con frecuencia en este tipo de propuestas.

«Balada de Pájaros Cantores y Serpientes» es una novela emocionante y sombría sobre las decisiones, la ambición, el poder y el control, y cómo convive con ello el ser humano. Una receta con pizcas de acción, romance, traiciones, política y drama. Una obra que funciona a pesar de ciertos detalles y un ritmo narrativo desigual, y que podrán disfrutar tanto lectores como no lectores de la trilogía original. ¿Era necesario un libro sobre Coriolanus Snow? Yo creo que sí. Me gustó mucho.

Aún queda mucho de Panem y su historia por explorar…



Comentarios

  1. ¡Hola! Hasta el momento no estaba muy convencida de leer esta historia, he leído y escuchado reseñas que si bien favorecedoras algunas otras no tanto, me da a pensar que no es un libro para mí. Pero sinceramente me encanta como explicas con fundamentos todo lo necesario, tanto lo bueno y lo malo, como para que uno sepa qué esperar. Has despertado mi curiosidad. Bonito blog, y muy buenas e interesantes reseñas.

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