Reseña: Su casa me gusta - Carlos Manuel Díaz Consuegra
Concreto. Tejas. Ventanas. Puertas. Casas. Personas. Sueños.
Vidas.
Existimos.
Existimos.
Pasamos nuestros días buscando algo o esperando ser
encontrados. Lo mismo les pasa a quienes duermen en la casa del lado, en el edificio
del frente o en el conjunto residencial del barrio vecino. Somos parte de una
historia y a nuestro alrededor se escriben millones de páginas. No
conocemos la trama por completo, pero seguimos construyéndola, incluso sin ser conscientes de ello. Eso es lo bonito del asunto.
Mientras apagamos la tercera alarma, la mujer del
apartamento de arriba prepara el desayuno esperando a que sus hijos terminen de
bañarse, al tiempo que el vigilante del banco a la vuelta de la esquina aguarda
los 30 minutos que faltan para el final de su turno.
En un vecindario cualquiera, un par de hombres, cada uno en su hogar, mira con ilusión y algo de envidia la casa del otro, deseando tener una igual. La historia de estos caballeros es una de las que se esconden en las páginas de Su casa me gusta, la primera novela del ilustrador de libros para niños y jóvenes bogotano Carlos Manuel Díaz Consuegra.
Esta obra silente es un juego interesantísimo que nos
confirma que las palabras no son necesarias para narrar algo. Con cuadros que a
simple vista pueden parecer el mismo, el autor nos cuenta varias historias con
base en detalles que requerirán de toda nuestra atención. Hay que poner cuidado
a las expresiones, movimientos, colores y cualquier aparte por insignificante
que pueda parecer.
Por medio de ilustraciones que conectan fácilmente con los más pequeños, entendí Su casa me gusta como un ejercicio que se basa en ver al otro, en reconocerlo como parte de cada uno de nosotros, en tener siempre en mente la importancia de las relaciones interpersonales y de la empatía, en destacar nuestra cotidianidad y en lo valioso de los detalles, así luzcan muy pequeños. Una manera diferente y divertidísima de jugar a las escondidas.
Pdta.: Mi mamá y mi sobrina también lo leyeron. No se imaginan el buen rato que pasamos juntos con este libro.
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