Reseña: Robot salvaje - Peter Brown

¿Hasta dónde llegará la penetración de la tecnología en nuestra vida? ¿La inteligencia artificial (I.A.) pasará de ser un programa que permite a las máquinas desarrollar actividades humanas a realmente dotar a estas de razón y libre albedrío? ¿La autonomía de los robots con esta habilidad constituirá un riesgo existencial para nosotros, tal como asegura Elon Musk, fundador de Tesla?

Películas como la entrañable Chappie, la inolvidable Wall-E, la icónica Blade Runner o la reciente Alita: Battle Angel han abordado el tema de la I.A. Así mismo, escritores como Isaac Asimov en Yo, robot, Stanislaw Lem en Golem XIV o William Gibson en la esencial Neuromante, entre muchos otros, han tratado de vislumbrar el futuro de la humanidad en una existencia en convivencia con la tecnología en su máxima expresión.

La palabra robot viene de la novela de ciencia ficción R.U.R. (Rossum’s Universal Robots) publicada en 1920 por Karel Čapek. Esto lo sé gracias a Peter Brown, quien lo supo por una pregunta que lo llevó a querer investigar más sobre ciencia ficción. Robot salvaje surge de la inquietud de Peter por saber qué haría un robot inteligente en un territorio salvaje y como respuesta a esta pregunta nace la Unidad Rozzum 7134, mejor conocida como Roz.

El día en que esta robot abre sus ojos por primera vez, se encuentra con un territorio salvaje del que no conoce nada y al que tendrá que buscar acostumbrarse. En este proceso descubrirá cómo viven los animales del lugar, cuáles son sus formas de interacción, de qué manera enfrentan el clima y sus consecuencias, entre muchas otras cosas, incluyendo la gran responsabilidad que se adquiere al tener una vida a cargo.

La historia de Roz tratando de sobrevivir en una isla nos da pie para hablar de temas como la discriminación, los nefastos efectos del cambio climático y de nuestros malos hábitos para el planeta, el bullying, las diferentes formas de familia y su validez, el miedo ante lo desconocido, lo valioso de la amistad, el poder del trabajo en equipo, la empatía, lo trascendental de la comunicación en nuestros procesos cognitivos y, bueno, no sigo porque me tardaría mucho en terminar.

Esta es una linda novela, pero tal como la vida, tiene partes fuertes y duras, así que la compañía de los padres será necesaria al momento de encontrarse con temáticas como la muerte, la separación y la discapacidad, lo que consideró tremendamente importante pues hacen parte de la vida y no deberían seguir siendo un tabú.

Así se ve el interior del libro.

Cuando empiezas a leer este libro sientes que la historia de Roz no avanza y que hay cosas que pasan sin razón de ser, y si bien el ritmo en un principio es bastante lento y la historia se siente algo desarticulada, todo obedece al hilo conductor que Peter Brown quiere dar al proceso que vive Roz, a su evolución, a su entendimiento como alguien diferente en su especie y a su adaptación al entorno en el que le tocó vivir.

Otra de las cosas que le agradezco a Peter Brown es que permeara de un halo de acción esta obra. Hay escenas muy emocionantes, persecuciones increíbles y momentos realmente memorables. No es difícil pensar en que exista una película o un videojuego basadas en esta novela.

Mi ejercicio de consumo de esta historia fue alternando del libro físico al audiolibro, lo que me permitió disfrutar del increíble trabajo gráfico (INCREÍBLE) logrado por el mismo Peter Brown y de la entretenida y vívida narración de Manuel Campuzano, quien dotó de personalidad a los diferentes personajes que iban haciéndose presentes.

Sin duda alguna, lo que más valoro de esta obra es el lugar que le da al medio ambiente, su afán por mostrar cómo viven los animales, por familiarizarnos con ellos y por generar conciencia de este modo sobre nuestra necesidad de trabajar por la protección del planeta.

Robot salvaje es un libro enternecedor que refleja muchos aspectos del mundo en el que vivimos acudiendo a Roz, una robot inolvidable y de la que deberíamos aprender mucho. Acción, diversión, drama, magníficos escenarios y una bellísima historia que resalta, especialmente, lo valioso que es aprender a convivir. Así como esta robot lo descubre, no vivimos solos en este mundo, y debemos cuidarnos y respetarnos unos a otros, sin importar la especie.

Pdta. 1: Este es un libro para niños de 8 años en adelante y, como ya comenté previamente, es recomendable el acompañamiento de los padres. Ojo, así no seas niño, estoy seguro de que lo vas a disfrutar y sacarás mucho provecho de él.

Pdta. 2: Sí, la aventura de Roz continúa en un segundo libro llamado El escape de la robot salvaje, el cual ya se encuentra en el mercado y, personalmente, me gustó más que este.

Pdta. 3: Peter Brown ha escrito una entrada en su página web en la que cuenta cómo fue todo el proceso de creación de Robot salvaje. Léanla. No se imaginan lo valioso e ilustrativo que resulta ver de esa manera la visión del escritor sobre su obra. Maravilloso. (Haz clic en la siguiente imagen para ver esto).

Pdta. 4: Si bien Roz es la protagonista de esta novela, hay una serie de personajes que vale la pena resaltar como lo son los ingeniosos y curiosos castores, la comprometida Estridencia, el incansable Blablablá o el importantísimo Diamantino, un gansito huérfano que nos enseñará que la maternidad no es un juego.