Reseña: La madre perfecta - Aimee Molloy


La justicia es un principio moral o virtud que lleva a dar a cada uno lo que corresponde. A lo largo de la historia de la humanidad, el hombre ha generado normas de conducta que pretenden hacer de la nuestra una sociedad más justa y regida por principios de sana convivencia. Todos sabemos que hay ciertos actos que no debemos cometer pues las leyes bajo las que nos regimos nos lo dicen, pero así mismo sabemos que hay circunstancias que ponen contra la pared la normalidad de nuestro actuar.

Ser padre cambia por completo la visión que se tiene del mundo y de la vida (o eso me han dicho los padres y las madres que conozco). Nell, Francie, Collet y Winnie lo saben a la perfección. Estas mujeres tienen una característica en común y es que todas dieron a luz en el mes de mayo. Internet les sirvió para conocerse, y las reuniones presenciales que sostuvieron de manera esporádica antes de dar a luz les permitieron no sentirse tan solas en todo lo que la maternidad significa. Una noche, este grupo de mujeres decide salir a tomarse un par de tragos y pasar un buen rato para recordar que ser madre no tiene por qué matar las vidas que solían llevar, pero la velada termina de una manera que no esperaban, pues Midas, el hijo de Winnie, desaparece.


La anterior es la premisa de “La madre perfecta” de Aimee Molloy, un thriller en la onda domestic noir que llega al español gracias a Penguin Random House.

Lo primero que hay que apuntar al hablar de este libro es que, si bien la desaparición de Midas es el eje central, la maternidad y lo que ello implica se roban el protagonismo. Durante toda la historia veremos diferentes puntos de vista de lo que significa ser mamá, diversos modos de asumir el día a día con un bebé a bordo y los múltiples compromisos que socialmente recaen sobre las mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Este factor resulta tremendamente interesante pues presenta un contexto apropiado de los retos a los que las madres deben enfrentarse en actualmente, como el escaso tiempo que se dedica a los hijos por culpa de las despreciables leyes laborales, la dificultad de seguir con el ritmo de vida tal como se llevaba antes del parto, los roles que el resto del mundo les atribuye y la constante presión por mostrarse perfectas en todo momento. Estoy seguro de que el énfasis que hace la autora dentro de la narración en este tema no terminará de convencer a muchos, pero a mí me supo muy bien ese toque de crítica social.


Los capítulos alternan una voz en primera persona y un narrador en tercera. Gracias a esto último iremos conociendo la vida de cada una de nuestras protagonistas, los problemas que las atormentan, la realidad que llevaban antes de convertirse en madres, los secretos que esconden, las cargas con las que conviven y la manera en que cada una asumirá la desaparición del pequeño Midas. Un consejo para la lectura es prestar mucha atención a los primeros tres capítulos y tener paciencia porque pueden tornarse algo lentos y confusos por la cantidad de información que ofrecen.

A propósito de lo que he mencionado hasta ahora, puede que la trama y la resolución del misterio principal no sean tan fluidas como se espera en un thriller de este tipo, pero las subtramas que se van tejiendo traerán misterios que me mantuvieron prendido a las páginas. La narración en primera persona de que les hable previamente es uno de los elementos a los que la autora acude para mantener a flote las incógnitas y la tensión en la obra.



Y por supuesto, cuando nos enfrentamos a novelas de este género, es imposible no hablar de los giros de trama. Aimee Molloy es tremendamente hábil en crear semillas de sospecha en los diferentes personajes con los que nos topamos, en hacernos sospechar incluso de aquellos a los que no les cabría la menor duda, en regalarnos sutiles espacios de angustia y en confundirnos constantemente. Como broche de oro, debo apuntar que jamás vi venir el desenlace del libro y eso es lo mejor que una producción de este tipo puede ofrecerte. Me encantó.

“La madre perfecta” es un thriller sencillo, sorprendente y que cumple a cabalidad con su labor de entretener al lector. Una obra llena de apuntes valiosos frente a uno de los papeles más vitales y desagradecidos que un ser humano puede tener. Uno de esos finales inesperados con los que cada vez es más difícil encontrarse.

Pdta. #1: Quizá no entiendan por qué empecé hablando de justicia, pero leyendo este libro lo harán.

Pdta. #2: Los derechos cinematográficos ya fueron vendidos y pronto tendremos su adaptación a la pantalla gigante.

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