Reseña: Utopía (Multiverso 3) - Leonardo Patrignani

Hace poco conocí a una de esas personas que no necesitan estar mucho tiempo en tu vida para marcarla y ganarse un espacio especial en ella. Una de las palabras que siempre se me viene a la mente al pensar en ella, además de cultura, es esa improbabilidad de alcanzar un grado de satisfacción, perfección, alegría o bienestar con el cual nos sintamos plenos llamada utopía.

Encontrarán mi definición de este concepto muy alejada de la percepción generalizada que lo concibe como un sistema de gobierno en el que logra construirse una sociedad justa, equitativa y perfecta, lo cual es delito de este ser inexplicable que me ha dado a entender muchas más cosas de las que ella misma se imagina, incluida la necesidad de hacer de nuestro día a día una búsqueda incansable de nuestra utopía personal, convirtiendo así este concepto en algo mucho más íntimo.

¿Cómo alcanzar esta utopía? La verdad me sentiría algo pretencioso tratando de encontrar una verdad absoluta al respecto, así que me limitaré a contarles lo que hago para hallar la mía: día a día, sin importar cuanto odie madrugar o lo tediosa que pueda resultar la rutina, trato de sacar tiempo para hacer lo que amo, me llena y me apasiona; día a día trato de hacer que la cosas para quienes están a mi alrededor no resulten tan tortuosas, pedir permiso, dar las gracias, disculparme cuando es necesario y de regalar sonrisas para tratar de romper esa sábana de indiferencia e individualidad que nos está ahogando. ¿He logrado encontrar la utopía? Soy muy cobarde y no me atrevo a dar una respuesta definitiva, pero lo que sí puedo contarles, temiendo tomar un tono algo Coelhista (PECADO MORTAL), es que vivo más tranquilo y soy más feliz desde que decidí revisar mi lista de prioridades y darle un vuelco por completo, poniendo en el tope lo que considero verdaderamente importante. Ya veremos cómo despierto el día de mañana.

Anna logra escapar con las muestras necesarias para partir a otra realidad y mantener latente en otro multiverso la existencia de Jenny, Alex y Marco, quienes a su vez yacen sobre el suelo de Mnemónica luego de ser atacados por la policía. Pero en uno de esos otro miles de multiversos, Marco abre los ojos y se encuentra en un lugar que nunca había visitado, en el cual ni él mismo se reconoce. Sobre la mesa junto a su cama, hay una nota de una tal Anna, que hará un click en su mente para llevarlo a recordar quien verdaderamente es.

Este es el cierre de "Memoria" y a su vez el punto inicial de "Utopía", el tercer y último libro de la saga "Multiverso" de Leonardo Patrignani, del que nos ocuparemos en esta reseña.


"Multiverso" es el planteamiento, "Memoria" la sustancia y "Utopía" la ejecución. Precedido por el halo de complejidad que reviste a la entrega anterior, y que es en sí el cimiento principal y el valor más notorio dentro de la propuesta diferenciadora de esta trilogía frente al ejército de clones distópicos juveniles sin grado distintivo que inundan el mercado (con "La reina roja" de Victoria Aveyard como abanderado), este capítulo final es algo así como el componente práctico luego de la explicación teórica. 

Sí, "Multiverso" es una distopía en donde hay un régimen opresor y totalitario que vive su propia utopía, ejecutado de manera muy similar a todos los demás que ya hemos visto, pero Leonardo Patrignani le da los condimentos necesarios para lograr que esto sea solo un ingrediente en el platillo que está preparando.

El libro más grande de la trilogía, y que da cierre a la misma, está lleno de nombres, saltos en el tiempo, tuercas por acomodar y giros por doquier que lograrán que a pesar de lo pesada que pueda sentirse la lectura por toda la información que entrega, en ningún momento pierda el toque entretenido que desde el principio la ha acompañado.

Leonardo Patrignani cambia por completo el juego de mesa, pero mantiene inquebrantables las reglas que nos planteó desde el preciso momento en que Jenny y Alex estaban de pie en un mismo lugar del mundo, sin saber que se encontraban en multiversos diferentes. El autor nos mueve por lugares y momentos distantes, y nos cambia de zapatos y de roles cada que se le da la gana, con lo que consigue mantenernos atentos en todo instante, esperando saber qué va a pasar y cómo terminará solucionando todo al final. Por supuesto, este componente que tanto me agrado a mí puede generar que muchos otros lectores se sientan abrumados pues la historia propuesta por Patrignani tiene un toque propio y una identidad muy definida en la complejidad de la teoría del multiverso.

Es destacable de igual manera el adecuado uso de las descripciones que se da principalmente en este libro, gracias al cual cada lugar que se nos va presentando y vamos visitando se siente muy real. Patrignani es virtuoso en eso de transportar al lector y hacerlo sentirse dentro del lugar que le está mostrando, lo cual genera una conexión interesante con su obra.

Con el pasar de los libros hay algo que se hace evidente, y es que la prosa del autor crece de manera impresionante, haciéndose más madura, certera y limpia. "Multiverso" es un esfuerzo que se agradece pues resarce hasta cierto punto la tan maltratada literatura distópica juvenil que lentamente ve como la zona de confort la va enfermando tomo a tomo de cada una de las trilogías series y sagas infinitamente parecidas a todas las ya escritas. Patrignani no subestima al lector ofreciéndole todo en bandeja de plata, sino que lo desafía constantemente y le pide ser partícipe activo de lo que se está escribiendo, y eso es algo digno de reconocimiento.

Por el lado de los personajes hay algo bastante particular con la saga en su totalidad, especialmente con este último tramo, y es la transmutación de personajes aparentemente principales que tienen Jenny y Alex, a unos secundarios importantes y claves en el desarrollo, pero secundarios al fin y al cabo. Aquí aplaudo detenidamente al autor pues toma un riesgo tremendo al desdibujar algo que parecía ser su bandera de batalla, para regalarnos a un Marco omnipotente, magnánimo e inolvidable. El simple hecho de conocer a este personaje hace que leer esta trilogía valga la pena. Un hombre memorable.

"Utopía" de Leonardo Patrignani es la cereza que le hacía falta a este delicioso postre llamado "Multiverso". Un paseo de despedida que te exige, te hace sufrir, te reta, y que se vive al máximo. Un cierre nostálgico sin llegar ni rozar el drama desproporcionado, con un epílogo tan precioso y reflexivo como lo es cada uno de los días de nuestra vida. Sin lugar a dudas, la trilogía que más disfrute en 2016.

Gracias por los riesgos Leo. Mil y mil gracias.


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