Belinda, princesa de fuego - Ana Sofía Henao
Eran las últimas horas del segundo enero del milenio que
apenas abría sus ojos. No se había acabado el mundo como muchos habían predicho.
Todo había seguido su marcha incansable por el camino del reloj.
En las noticias del mediodía de un viernes de ese mes
específico, anunciaban un evento que tendría lugar en un nuevo centro comercial
de Bogotá al día siguiente. Un evento al que tenía que asistir a como diera
lugar.
Convencí como pude a mis papás de llevarme a ese sitio, ya
que allí podríamos almorzar y de paso comprar algunos útiles escolares.
Esa era la época del año que me hacía más feliz, aún por
encima de navidad o Halloween. Pasearme por las estanterías y mirar las
diferentes portadas de cuadernos siempre fue para mí una experiencia increíble
y que disfrutaba sobremanera (ahora cambié los cuadernos por los libros, por lo
que presiento que mi verdadero amor son las estanterías jajaja).
Fruticas, Catalina Amaya, power rangers, dragon ball Z, Natalia
París, hot whells, jean book y otra infinidad de motivos pasaban frente a mí
tratando de seducirme y de hacer parte de lo que sería un nuevo año escolar en
mi vida, pero yo ya tenía claro qué era lo que quería.
Mi papá me había dicho que solo podía comprar seis cuadernos
“de los caros”, los cuales eran suficientes para garantizarme el acceso al
evento por el que habíamos ido a ese lugar ese preciso día.
Con factura y las bolsas de la compra en mano, corrimos
camino al punto en donde el evento tendría lugar. Luego de pasar el filtro de
seguridad, ya estaba sentado entre la multitud con mis papás acompañándome. Era
uno más entre la infinidad de niños y jóvenes (y no tan jóvenes) que esperaban
impacientes por conocer a quien estaba a punto de presentárseles.
El reloj marcó las siete de la noche y una serie de suaves
sonidos electrónicos dio paso a la mujer de carne y hueso que todos los días
del año escolar anterior me había acompañado desde las portadas de algunos de mis
cuadernos. Allí, frente a frente, tenía a Ana Sofía Henao, tan (o más) perfecta
como lo que se veía en el papel… ¿qué más puedo decir?
Los años pasaron y como pude estuve atento a lo que pasara
con ella, admirándola por nunca renunciar a lo que es por entrar al mundo en
donde las demás sucumben, y creciendo profesional y personalmente con el paso
de los años.
Además de los gatos (gusto compartido), las sonrisas, el
color blanco y su familia, una de las cosas que más ama esta mujer son los
libros, y los efectos que ellos pueden llegar a generar tanto en una persona
como en una sociedad.
Además de modelo, diseñadora de interiores y empresaria,
ahora Ana Sofía Henao se estrena como escritora e ilustradora, dando a la luz a
su primer hijo, el cual consta de poco más de 200 páginas. Un sueño hecho
realidad llamado “Belinda, princesa de fuego” y que llega al mundo gracias a
Intermedio Editores, es el protagonista de esta entrada.
Aquí nos encontramos con la historia de Belinda, una chica
de trece años que no tiene muy claro su lugar en el mundo, ni el orden de las
cosas, ni lo que quiere llegar a ser en la vida (como nos pasa a casi todos en
la adolescencia), hasta que un día encuentra un libro bastante extraño que le
abrirá las puertas de un mundo que ni en su más grande sueño hubiera podido
imaginar.
Lo primero que vale la pena destacar de esta obra es el buen
trabajo realizado con su carta de presentación: los tonos incorporados en ella,
la tipografía utilizada para el título, la ilustración que abre la puerta a la
historia (y que vale aclarar, fue hecha por la propia autora, así como todas
las demás ilustraciones que nos encontramos pasando las páginas) y los detalles
en su parte interna. Todos estos pormenores incluidos en la portada le dan un
toque de personalidad al libro que seguramente agradecerán en mejor manera
quienes sean contemporáneos con Belinda (si a mí que estoy viejo me gustaron…).
Junto a nuestra protagonista vamos a ir descubriendo una
historia llena de personajes fantásticos, criaturas increíbles y lugares
fascinantes. Para ello Ana Sofía nos ofrece descripciones precisas de cara al
público objetivo de la obra. En “Belinda, princesa de fuego” se construye un
mundo de buena manera, aprovechando ampliamente la presencia de ilustraciones (y
pudieron haberse incluido muchas más) para fortalecer lo que en letras no se
dice. Será muy sencillo vernos vestidos como miembros de la realeza de Iridia,
caminando por un bosque solitario en busca de un hada siniestra mientras
pequeños seres vienen a nuestra caza ante la mirada expectante de un unicornio
de cuerno multicolor que ha sido testigo de todas las historias vividas en esas
tierras.
En la tarea de construir un mundo, juegan un papel muy
importante los personajes que van participando en la historia, y la autora lo tiene
bastante claro. En este universo lleno de fantasía y muy bien ambientado nos
toparemos con dragones, ignis, sirenas, reyes, caballeros, guerreros,
princesas, hadas, magos, y un montón de seres que están muy bien puestos en el
desarrollo de la trama, tienen personalidades muy marcadas e historias que los
han llevado a ser lo que son, lo cual le aporta bastante a lo que este cuento termina
siendo en su totalidad.
Mi personaje favorito es sin duda alguna Belinda, pues es
una soñadora confundida, amante incansable de los libros y valiente por
naturaleza. Si le pegan un vistazo a ella, notarán que es una prima no muy
lejana de Ana Sofía Henao y quizá por eso me guste tanto.
El lenguaje y la narrativa bajo la cual se desarrolla todo son
bastante adecuados para el público a quien va dirigido este trabajo. Los
sucesos que se presentan no son gratuitos y todo avanza de muy buena manera,
sin abusar de metáforas como en muchos otros espacios se hace, sino apostando
por la sencillez para hacer más fuerte el mensaje que se está dando. Tuve un
pequeño problema con la cantidad de nombres que se dan al inicio del libro,
pero a medida que fueron pasando las páginas todo fue solucionado y la lectura
resultó amena.
Además de todo lo ya mencionado, esta obra permite
problematizar muchas cosas en nuestro diario vivir: temas como la amistad, la
soledad, la valentía, la lealtad, la traición, el ser nosotros mismos, el
trabajo en equipo, y el perseguir nuestros sueños, entre algunos otros. Esta
historia además de entretener, intenta servir como medio de formación sin
hacerse pesado ni aburrido, lo cual resulta realmente valioso.
Pero hay un punto negro en todo, y es la cantidad de fallas
editoriales que tiene el libro. Ir leyendo y encontrarte con comas mal puestas,
redundancias injustificadas, errores ortográficos y gramaticales por aquí y por
allá, y hasta con párrafos a medias, no hace más sino entorpecer la experiencia
de lectura y esto sin duda alguna le bajo puntos a mi calificación total sobre
la obra.
Pero así como hay oscuridad, también hay un punto
increíblemente positivo dentro del trabajo de la autora y es el haber logrado
incorporar dos mundos diferentes ubicados en dos puntos temporales totalmente
distintos, y establecer entre ellos una conexión tan válida y fuerte como la
presente en esta historia. Esto se ve fortalecido por un detalle de edición al
estilo de la “La historia interminable” de Michael Ende (del cual toma muchas cosas), que hace más fuerte la
relación que desea mostrar la autora. Me encantó lo que hizo la autora al
respecto.
“Belinda, princesa de fuego” es un cuento fantástico
desarrollado en un mundo de contrastes y personajes muy bien logrados, que no
se queda solo en entretener, y en donde aunque las fallas editoriales golpean
bastante, no logran ensombrecer en absoluto el precioso primer trabajo en el
mundo de la literatura de Ana Sofía Henao.
Gracias a Lúmina, Sergon, Martin, Gabriel, Freda, Rocco, Lila y los demás por permitirme hacer parte de su historia y reconfirmarme que la imaginación es nuestro más grande tesoro.
¡Es excelente leer la reseña que haces de este libro!. Y presentar un poco de la vida y experiencia actual de la autora. Este libro me parece una buena opción.
ResponderBorrarHola, Fanny.
BorrarGracias por tu comentario. Espero que puedas aventurarte a conocer el mundo de Belinda ☺