Reseña: ¿De dónde vienen los perros? - Francisco Leal Quevedo
Siempre he sido amante y fiel enamorado de los gatos. Su independencia, pereza y fidelidad con quien aman, son características que van muy de la mano conmigo. Tengo una fijación tremenda por ellos.
Lamentablemente vivo con una persona que es alérgica a los gatos, y de manera obligatoria me he visto en la penosa tarea de alejarlos de mi vida por un tiempo (tengo entre mis planes comprar un esfinge y solucionar el problema). No fue tarea fácil, e incluso muchas veces llevé a casa gatitos callejeros que me encontraba por la calle, los bañaba, alimentaba y cuidaba, para descubrir que al otro día mi mamá les había encontrado un nuevo hogar, o los había regresado a la calle.
En esa búsqueda de compañía que significó el tener que separarme de ellos, me encontré con pollitos de colores que ganaba a la salida del colegio, con canarios afinados que se escapaban por la puerta de la terraza, por hámsters que emprendían su camino por el desagüe, o con caracoles que arruinaron el jardín familiar.
Después de tantas opciones, los peces se hicieron un lugar en mi familia. Pero la paz que transmitían al sentarme a verlos no era suficiente; necesitaba un amigo al cual consentir, y sacarlos a ellos del agua no era recomendable.
Lucas llegó a mi vida gracias a una de las clientas a las que ayudaba manejando la parte financiera de sus empresas. Tenía apenas dos meses y al verme movió su cola y corrió a mi encuentro. Desde esa primera cita ya han pasado seis años junto a él.
Puede que Lucas no sea el perro más educado, que esté tremendamente loco y su energía sea desbordante hasta el hastío, que durante mucho tiempo se orinaba de alegría luego de un rato jugando con él, que al igual que su dueño no engorde lo suficiente, que quiera hacer el amor con la pierna de cualquiera, que se ponga celoso cuando consiento a otro animal, o que le guste matar palomas y jugar con cucarrones, pero él se ha convertido en esa parte que de alguna u otra manera me hacía falta.
Ayer recibía el cambio y me bajaba del taxi, y mientras iba caminando con las llaves en mano hacia la casa, él se asomó por la terraza y sus ojos se iluminaron al verme. Un chillido de felicidad y una cola batiéndose en el aire es todo lo que necesito para que mi día sea un poco mejor. Nunca podré agradecer lo suficiente a Lucas por llegar a mi vida.
Desde hace mucho tiempo le venía siguiendo la pista al libro del que vengo a hablarles el día de hoy, pero fue hasta hace muy poco que decidí comprarlo. "¿De dónde vienen los perros?" del médico pediatra Francisco Leal Quevedo, y que llega a las librerías gracias a Editorial Panamericana, es el protagonista de esta reseña.
Aquí nos encontramos con la historia de un chico que empieza a ver un nuevo escuadrón de visitantes por la zona en la que vive. Este particular grupo está compuesto por un nombre y 12 perros... Bueno, un hombre y 13 perros. Nicanor vaga por las calles junto a sus compañeros de cuatro patas quienes son tremendamente organizados, pero juguetones a la vez. Tanto Nicanor como cada uno de los perros, llevan una historia a cuestas, y este libro nos ayudará a descubrirlas.
Lo primero que debo resaltar es el magnífico trabajo de Rocío Parra Parra en el apartado gráfico de esta obra. Los detalles que evidenciaban los cambios de época en la historia, la identidad que da a todos y cada uno de los personajes con los que nos encontramos, entre muchas otras cosas, le dan un valor tremendo a lo que es en definitiva esta novela infantil, que puede ser leída y disfrutada por cualquiera. Las ilustraciones deben hablar con la historia y conectarte con ella. Objetivo logrado y con creces.
Además de todo no puedo dejar de mencionar lo acertado de elegir papel tipo fotográfico para las páginas y tapa dura para la cubierta; par de detalles que se agradecen y hacen de la lectura una mejor experiencia.
Este autor ibaguereño nos regala una serie de relatos que individualmente resultan enternecedores, formativos y muy divertidos y los empaqueta de manera brillante en una sola historia que es todo lo ya mencionado y mucho más. Francisco Leal Quevedo nos cuenta la historia de un hombre víctima del tiempo que no se dejó amedrentar y decidió seguir adelante, y lo hizo en gran parte gracias a cada uno de los amigos que lo siguen en su camino. Cada uno de los canes también terminó en la vida de Nicanor por un motivo, y poder estas razones resulta importante.
Este libro puede ser un regalo perfecto para un niño, pero les aseguro que el obsequio será aún más valioso si la lectura la realizan ambos, pues la obra es abiertamente perfecta para ello.
Padres e hijos podrán dar un vistazo a la Colombia de hace unos años, en donde la locomotora era el medio de transporte por excelencia y la tecnología no había llegado a cambiar el orden de las cosas. De igual manera podrán entender o replantear la importancia de las cosas o conceptos como la amistad y la fidelidad. Adicionalmente el libro permite crear conciencia sobre la responsabilidad que confiere el tener un animal, y sobre la importancia que tiene el darles el cuidado correspondiente y tratarlos de manera adecuada. ¿Hay más cosas? Por supuesto, pero ya será tarea de ustedes identificarlas.
"¿De dónde vienen los perros?" es un libro precioso tanto por fuera como por dentro. Una lectura que además de entretenerte, te hará reflexionar sobre muchas cosas de la vida que van perdiendo espacio, pero que no deberíamos dejar perder.
una pregunta tu me puedes mandar el libro original a este nombre pliss te pago lo que tu me pidas yo soy millonaria y rica y soy un bombom ven y platicamos
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ResponderBorraramor te amo bombom hermosura