Mi FilBo 2016


El 19 de abril desperté sabiendo que el 2016 sería un nuevo año para asistir a la Feria Internacional del Libro de Bogotá, pero que esta edición, sería una experiencia completamente diferente a las anteriores: En primer lugar, porque la primera publicación profesional para la editorial en la que trabajo tendría un espacio monumental en la FilBo; segundo, porque una mariposa azul se posó sobre mi hombro y me pidió dar con ella el primer paso en su mundo por la literatura; y tercero, porque la revolución mexicana me abrió las puertas para participar de algo que jamás imaginé.

Soy asiduo visitante a la FilBo desde que estaba en primaria, pero en todas las ediciones anteriores mis visitas a la misma no superaron los tres días. En la edición 2016, la cosa tuvo un tono distinto. Desde la apertura de Corferias a todos aquellos interesados en estar un poco más cerca del mundo de la literatura, estuve ahí para darme cuenta que de lunes a jueves los pabellones se asemejan a uno de esos callejones solitarios de película de terror, en donde solo curiosos y uniformados con la camisa fuera del saco (además de quienes atendían los stands, obviamente) se hacían presentes. Por supuesto, algunos días ocurrió algo extraordinario que hizo que el panorama fuera otro (como por ejemplo, el conversatorio de la principal invitada a la Feria, Svetlana Aleksiévich), pero el común denominador durante los días que menciono, fue desolador. Quizá hace falta una programación más surtida, que no se recargue en los fines de semana, sino que incentive la asistencia también dentro de ella, pueda hacer que la cosa cambie de color.


Otro punto que pude notar al estar más tiempo en la feria, es que la misma es estática: los stands están en los mismos lados todos los años y por acuerdos comerciales estarán así hasta la eternidad. Claro, hubo cambios en el diseño de algunos de ellos y las novedades de este año no son las mismas que las del anterior, pero vaya, el recorrido por los pabellones es un total dejavu, y si a eso le sumamos que por la falta de espacios adecuados, muchas editoriales realizan firmas de autógrafos en sus stands, los diminutos pasillos no dan abasto y resulta casi una proeza la movilidad dentro del recinto. Una fotografía que no para de repetirse.


Quizá lo más preocupante de todo con lo que me encontré, y lo cual califico como una completa falta de respeto, fueron las alzas en los precios que algunas distribuidoras y editoriales realizaron para mostrar descuentos que no existían durante la feria, y así capturar un mayor número de compradores. Para muchas personas, la FilBo es el único espacio de acercamiento a la literatura, y por tanto tragan entero las supuestas promociones que tanto se difundieron, pero para quienes estamos en constante interacción con este universo, es una desfachatez en todo el sentido de la palabra lo sucedido. No mencionaré nombres, pero el color naranja de quien ostenta el monopolio distribuidor en el país está por ahí.

Aquí, con Raiza Revelles
Uno de los temas más sonados de esta edición de la FilBo, y que se asomaba desde el año pasado, fue la presencia de los youtubers dentro de la programación. Germán Garmendia con un libro de consejos y tips llamado "Chupa el perro" colapsó Corferias y se llevó el título del más vendido durante la feria, pero también dejó en el tintero el tema de estos nuevos protagonistas dentro de la realidad actual que nos compete. Los libros escritos por youtubers (o con su nombre en el espacio de autor) abarcan un espectro bastante interesante que van desde las biografías pretenciosas, textos de autoayuda, libros infantiles, sandeces mal empaquetadas, cómics, y narrativa común y corriente. Este espectro de libros no es exclusividad de los youtubers ¿o acaso no han visto la cara de Jota Mario o de Ámparo Grisales en una portada?, ¿no han notado que el rastro de Paulo Coehlo es indeleble año tras año? Hombre, no comparto lo que youtubers como El Rubius hacen en lo que a la literatura respecta (basta con pegarle una hojeada a "El libro troll", lo cual es pura y física basura), pero hay otras cosas que sí comparto y que me parece que están bien encaminadas. No quiero extenderme mucho en este aparte, porque la entrada completa será casi tan larga como "El nombre del viento" de Patrick Rothfuss, así que me limitaré en dejar las siguientes como mis conclusiones al respecto.

1. Libros buenos y libros malos siempre existirán, y ese calificativo no solo depende de lo que la crítica experta diga, sino también de quien esté del otro lado de la estantería. 

2. Carolina Nieto del canal Caro Lee me dijo algo que es muy cierto, y es que gracias a las ventas de los libros de estos muchachos, las editoriales tienen recursos para publicar a los autores que llevan tocando puertas hace rato, y con material que vale la pena dar a conocer al mundo.

3. La academia ha optado por tratar de convertir a los más pequeños en eruditos cuando apenas empiezan la primaria, poniendo dentro de sus planes de lectura clásicos pesados y lecturas ladrilludas que más que motivación, generan aversión hacia la literatura. Sentarse y evaluar contenidos apropiados para ellos, acorde con lo que están viviendo, es una tarea que queda pendiente. Una interesante conversación al respecto sostuvimos con Katherin Velandia del canal Leyendo por ahí.

4. No estoy de acuerdo con muchas de las cosas que hacen los youtubers, y me parece que algunos de ellos plantean modelos a seguir que considero equivocados ¿pero acaso durante toda la vida no ha sido así? Hombre, los youtubers son un fenómeno moderno, pero que repite sucesos que ya hemos vivido con anterioridad.

5. Los padres han relegado el cuidado de sus hijos a la web. No diré más al respecto.

6. La FilBo, Corferias, la Editorial, o quien sea que organizó la firma de Germán Garmendia, se hizo en los pantalones. Desastroso lo ocurrido ese día, y no por la firma en sí, sino por el notable desorden que permeó todo. En esto va punto positivo a la Editorial Planeta, que se llevó su evento de youtubers a la carpa de las Américas, para no afectar el desarrollo del resto de la feria.

Uno de los motivos de mayor alegría que me dejó la FilBo, fue ver la tendencia creciente que están teniendo las editoriales independientes en el país. Es un placer ver apuestas diferentes, contenidos para todo gusto, y gente que se la juega por dar al público otro tipo de experiencias. Mención especial aquí para la gente de Laguna Libros: PEDAZO de stand se cargaron, PEDAZO de novedades nos regalaron, y BACATAZO TOTAL su apuesta por los cómics nacionales.

Presentación de "La Morpho" de Margarita Arenas
Los días pasaron y con los pabellones ya completamente mapeados en mi cabeza, llegó el domingo 24 de abril. La mariposa azul tocó mi puerta, se sentó en el sofá a tomar jugo de naranja, mientras mis nervios y mi ansiedad me permitieron vestirme y salir para Corferias. Valerio se pasaba constantemente por mis pensamientos, y de la nada, el taxista me dijo que habíamos llegado a nuestro destino. Ese día tuve el placer de entre manos temblorosas y rodillas a punto de desmoronarse, presentar el precioso libro "La morpho" de la autora colombiana Margarita Arenas. Gracias totales a la Editorial 531 por confiar en mí, al destino por darme un libro increíble para presentar, a Margarita por aguantar mi discurso, y a la vida por darme la oportunidad de hacer algo de lo que más me gusta en la vida: Hablar de literatura.

Carolina Andújar y Leonardo Patrignani
En el intervalo de tiempo que me llevó a hablar de revolución, me topé con una serie de cosas que me gustaron mucho, y otras que no tanto dentro del desarrollo de la feria. De manera tímida la FilBo se va convirtiendo en una fiesta cultural, más que en una celebración a la literatura: Los cuenteros van haciendo más grande su voz, los shows musicales de a poco van teniendo su espacio, y otra serie de expresiones que enriquecen la experiencia de la feria, lentamente se van haciendo un lugar en ella. De igual manera, como en ninguna otra edición de la FilBo, me decidí a asistir a un número considerable de charlas y conversatorios en el marco de la misma, en los cuales me encontré con cosas maravillosas en donde el debate sano y las tertulias exquisitas se hicieron presentes, otras cuantas en las cuales me sentí gratamente sorprendido, y una más en donde no quedó más que ponerme de pie y salir del auditorio. En este espacio debo hacer, primero, un reconocimiento a la escritora colombiana Carolina Andújar por la tremenda charla que sostuvo con Elizabeth Eulberg y Leonardo Patrignani, en donde primó la frescura y la preparación; por el otro lado, un llamado de atención grande: Cuando se va a presentar un libro o se va a sostener una charla, es indispensable, cuando menos, haber leído ese libro o tener algo de conocimiento sobre el tema que se va a hablar. Solo digo.


El reloj marcaba la hora y el momento de compartir panel con una eminencia en materia histórica y literaria llegaba. El 29 de abril participé en un panel sobre el libro "Los de Abajo" de Mariano Azuela, en donde se aborda la revolución mexicana de una manera cercana, pero fascinantemente precisa. Aquí debo dar las gracias totales a Julián González del canal Sopa de Letras por ser mi manager y ayudarme a abrir esta puerta, a la gente del Fondo de Cultura Económica por confiar en la gente joven y en su capacidad de hablar con fundamentos (y por el regalazo que me dieron), a Victor Díaz Arciniega por su desbordante sapiencia, y a Katherin Velandia por ser el polo a tierra necesario para que todo saliera mejor de lo que jamás hubiera imaginado.


El haber tenido la oportunidad de ver las cosas desde el otro lado, sin duda alguna fue una de las mejores experiencias que me dejó la FilBo este año, pero sin temor a equivocarme, las personas que me acompañaron durante esas largas jornadas y las vivencias que en el marco de la feria pude vivir, se llevan el listón del primer lugar. A Julián González por la incondicionalidad; a Laura Forero por darme motivos para decir que tengo una nueva amiga; a Cindy Roa (del blog Si no le gusta no lea) y Mónica Pradilla (del canal Los libros de mamá) por estar ahí sin importar absolutamente nada (señoritas, siempre estarán en mi top); a Néstor Rivera (director, jefe, gerente, o lo que sea en Editorial 531) por darle un espacio a las letras en este mundo plagado de contenido audiovisual; a Andrea Luna (del canal Andrea Luna) por soportarme durante todo un día en la Feria; a Felipe Borbon (el pequeño Otaku) por tanto talento y alcoholismo; a Sol Monroy (del canal Gato en la biblioteca) por las sonrisas y el jugo de mora, a Mariana Chiquillo (del canal homónimo) por su profesionalismo, ternura y el inolvidable jugo de naranja; a Estefanía Trujillo (el alma de Ediciones B Colombia) por enseñarme tanto y permitirme conocerla; a Hugo Marroquín (el mismo de "Los años de los amantes") por ser tan chido, buena onda, y por dejarme hacer parte de su aventura por estas tierras (no puedes irte de Colombia sin darme esa entrevista); a Bri Cortés (del canal Bri Cortés) por ser mi compañera en nuestra locura colectiva llamada Édouard Louis; a Diego Alejandro González (del canal Di Algo) por hacerme caer en cuenta de lo inútiles que fueron mis clases de geografía; a William Francisco (del canal William Francisco) por sus jornadas de imitación que casi me hacen morir de la risa; al excelentísimo Sergio Ocampo Madrid por darme una primera fila para escuchar a la Nobel; a Juan Pablo Agredo por ser un fiel seguidor de mis reseñas (te debo la foto); a Eliana Castillo (del blog Estado lector) por recomendar lo que hago; a Ileana Bolívar por darle un nuevo espacio a mis letras; a Carolina Nieto (del canal Caro lee) por ser una caja de pandora literaria y por dejarme abusar de su status de librera; a Alejandro Jiménez del Grupo Editorial Words & Books... Hombre, en mi vida había conocido alguien que hable con tanta pasión de lo que hace; a Jennifer Moreno (del canal Nos gusta leer) por enseñarme cositas varias de la literatura romántica; a Valentina Quiceno (del canal The Grey Lady) por permitirme ser su manager, por dejarme clarísimo que la gente joven SI puede hablar de manera seria de muchas cosas, y por ahorrarme el dinero de Servientrega (admiro mucho lo que haces jovencita); y a todo aquellos que se me quedan por fuera de esta lista, pero que por uno u otro motivo, hicieron que esta fuera la mejor Feria Internacional del Libro de Bogotá de mi vida.


La FilBo 2016 me dejó muchas compras (a pesar de los elevados precios en la mayoría de editoriales, pude hacerme con algunas buenas cosas por ahí) y muchos regalos (los cuales podrán ver al final de la entrada, junto con las compras obviamente), enseñanzas, experiencias, sonrisas, planes, alegrías, un problema en la columna, y ante todo, la expectativa por el año que vendrá y por todo lo que está por llegar...

PDTA: No me podía quedar sin decir que es terrible que teniendo a la más reciente premio Nobel de Literatura en el país, el libro más vendido de la FilBo no haya tenido el nombre de Svetlana Aleksiévich. Chao.

PDTA 2: Los bloggers también merecemos un espacio en la FilBo. Ahora sí, adiós.

PDTA 3: Falta la foto de "Zelic" de Raiza Revelles y Sebastián Arango. Vamos a hablar de lo que escriben los youtubers, con conocimiento de causa. Ya estoy como Vicente Fernández... Nos leemos luego.



Comentarios

  1. Concuerdo en parte con lo que se menciona, difiero un tanto sobre lo que corferia sy la feria del libro simbolizan, ya que no es mi evento literario favorito, tal vez el más importante, pero al igual que muchos solo logra acercar parcialmente la literatura a todos los sectores de la sociedad.
    Creo que es la entrada que más he disfrutado y como dije aunque difiero en algunos puntos, concuerdo en lo dicho

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    1. Christian, muchas gracias por tomarse el tiempo de leerla, y de salir en algunas de las fotos jajaja

      Un abrazo

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  2. Cuando te das cuenta que no te tomaste fotos con Esteban *c mata*

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    1. Salo :)

      Muy mala cosa esa :(
      Gracias por ser parte de la compra compulsiva y por hacerme reír tanto.


      Un abrazo.

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  3. ¡Que entrada tan genial, Esteban! Concuerdo en muchísimas cosas que dijiste, en verdad fue una buena Feria

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    1. Natalia :)

      Fue un gustazo saludarte en la feria, muchas gracias por pasarte por aquí, y tengo pendiente leer Red :)

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  4. Súper. Me encanta la forma en la 1ue describió la FilBo, de acuerdo en muchas cosas. Es la primera vez que veo el blog y seguro me quedo.
    Pd: aprendí lo de Bolivia después del colegio, jajaja. Por lo que mis clases de geografía tampoco fueron las mejores.

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    1. Diego :)

      Pues bienvenido por aquí. De ahora en adelante, la geografía será mi segundo foco de atención académico jajaja

      Un abrazo.

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  5. ¡Me encantó la entrada!
    Todos los puntos que tocaste sobre la FilBo me parecieron muy pertinentes, estoy de acuerdo con todo lo que dijiste, de hecho yo estuve muy pendiente de tus redes donde fuiste compartiendo tu experiencia ;)
    Yo no suelo comentar, pero déjame decirte que me gusta mucho tu blog y la manera en que te expresas, me encanta.
    ¡Saludos!

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    1. Tania :)

      Es un gusto tener personas que se tomen el trabajo de ver lo que hago. En verdad muchas, pero muchas gracias por eso.

      Un abrazo.

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