Reseña: Un beso de Dick - Fernando Molano Vargas

En la vida hay muchas cosas que suceden y de las cuales no tenemos explicación alguna; una de ellas es el amor, o acaso no se han preguntado ¿por qué me enamoré de esta persona?, ¿por qué no me puedo enamorar de esta otra?, ¿por qué, a pesar de todo, no puedo sacarme a tal otra de la cabeza?, ¿qué tiene alguien para hacerme tanto bien? El amor no da aviso, nos atropella y nos mete en una carretera la cual solo debemos recorrer y tratar de disfrutar al máximo.

A propósito de esto y del gran revuelo que siguen levantando las muestras de cariño entre personas del mismo sexo (sí, parece increíble pero aun hay personas que se indignan por esto), hoy quiero hablarles de Un beso de Dick, historia que vio la luz gracias a la enamorada y madura mente de quien nos ve desde otro plano, Fernando Molano Vargas, por allá en 1990 para resultar ganador de un concurso literario organizado por la Cámara de Comercio de Medellín dos años después. Esta obra, prácticamente imposible de conseguir, es ahora reeditada por Seix Barral en una edición de lujo que dará nueva vida a esta obra de culto en la literatura queer en Colombia.

Este libro nos cuenta la historia de Felipe, quien a modo de monólogo nos presenta su aventura de vida cuando a los 16 años se enamora perdidamente de alguien de quien, según unas normas de conducta escritas y puestas en marcha quien sabe por quién, no debería.

La manera en que el protagonista describe lo que siente al ver a ese muchacho que irrumpe en su vida resulta enternecedora e increíblemente real. Fernando Molano le regala a Felipe una voz cotidiana y auténtica, con la potencia propia de la juventud revoltosa y revolucionaria de los años sesenta; un discurso que se alimenta del desasosiego y la magia propia de eso que ilumina la existencia, eso que es capaz de erigir y demoler, aquello que todos alguna vez en la vida deberíamos vivir, ese incontrolable gusano que se pasea por nuestras entrañas y se convierte en mariposa: esa vaina llamada amor.

Es el mismo Felipe quien en su día a día va manejando los hilos conductores de esta historia y nos presenta uno a uno a sus familiares y amigos, al tiempo que nos conduce por sus escenarios comunes y lugares predilectos. Es este joven quien nos enseña que, si bien la vida no es para nada sencilla y al lanzar una moneda esta tiene la misma posibilidad de caer sobre la cara o sobre el sello, la oportunidad de ser felices no es un imposible.

Como ya mencioné, Felipe, como todos nosotros, no está solo en su camino por la vida, sino que cuenta a su alrededor con un séquito de compañeros que se presentan de manera tan sencilla y tan cercana en la lectura por la novela, que resulta imposible no sentir que este cuento de hadas oscuro y carnal podría ocurrir frente a nuestros propios ojos. Un príncipe azul, una hada madrina, unos padres insensatos (o mejor, algo cegados) y quizás algunos enanos.

Un beso de Dick de Fernando Molano Vargas llegó a mí como el sentimiento que explora, sin freno y con una fuerza descomunal, para mostrarme el producto de una mente excepcional que un día se dio a la tarea de poner un grano de arena en la incansable tarea de mostrarle al mundo que el amor no es exclusivo de uno o de otros, y que todos tenemos derecho a sentir independientemente de hacia quien dirijamos nuestro cariño. Una novela que revela un intercambio de emociones perfectamente escritas. Una muestra del amor descarnado, pasional, errático, enaltecedor y humano que surge sin importar quienes sean parte de él. 

Sí, el amor es amor. No creo que sea tan difícil de entender.