Reseña: Proceso a un ángel - Fernando Soto Aparicio
El colegio es el despertar lector para algunos, un martirio entre letras para otros, o una pasada por entrada y salida por los libros para los demás. En mi caso, fue algo de lo último que desembocó en lo primero, espero hacerme entender. Una de las obras que pasó con más pena que gloria por mi bachillerato (secundaria), es la protagonista de esta reseña, pero no fue por el contenido del mismo, sino porque, a pesar de que me gustaba, en tres intentos siempre llegué hasta el mismo punto y lo abandoné.
"Proceso a un ángel" de Fernando Soto Aparicio llegó a mí gracias a Panamericana Editorial (y por supuesto, a mis padres). A modo de cuña, les recomiendo se peguen una pasada tanto por la página web de esta editorial como por sus librerías; tienen una oferta variada, más que interesante, y a precios muy buenos.
Hace poco me dije a mí mismo que debía terminar de una vez por todas de leer este libro, y en mi quinto intento y después de muchos años de tenerlo en mi biblioteca, emprendí un viaje sin regreso por esta historia.
Fui leyendo y volviendo a descubrir los lugares que ya había recorrido en mis cuatro paseos inconclusos del pasado, metiéndome de lleno en los días de Angélica, como lo había hecho en esas ocasiones, repasando el maltrato al que fue sometida, recorriendo la desdicha que mermó su existencia, para al fin lograr pasar la barrera que siempre se me atravesaba. Y una vez atravesado el umbral puedo decir con total convencimiento que este libro merece ser leído.
Esta historia está plagada de momentos oscuros, que duelen y que, a pesar de leerse absurdos, son más reales de lo que quisiera. El maltrato infantil, los gobiernos que prometen y olvidan, el machismo todopoderoso, las oportunidades ya negociadas y el oportunismo depredador son solo algunas de esas situaciones que me hicieron rabiar. Me sentí tan impotente al saber que cosas como estás siguen pasando hoy en día y que los cambios no llegan.
Ver el mundo desde los ojos de Angélica fue una experiencia inolvidable; ver cuánto amor cabía en un ser tan desdichado, cuántas cosas buenas pueden sembrarse en una tierra tan maltratada, y cómo unas piedras podían ser la felicidad máxima. En ocasiones nos complicamos por tantas pendejadas...
Este libro está lleno de personajes increíbles sin importar, desde qué punto están viendo la historia. Angélica es una mártir, un ángel que aterrizó en el lugar equivocado, un ser maravilloso que no mereció el mundo que la alojó; esta niña es la ternura y la ingenuidad hechas persona. Custodio, Benilda, Débora, Cornelia, Camilo, Domingo y todo el resto de personajes marcan la inocencia y la maldad que puede llegar a generar la ignorancia y la avaricia en el ser humano; en conjunto son lo mejor y peor que podríamos encontrarnos en una sociedad. Mi personaje favorito es la detestable, conveniente y desgraciada Belarmina; lograr generar tantas sensaciones en un lector es algo para aplaudir.
"Proceso a un ángel" es un viaje de descubrimiento por los límites de la humanidad. Amé, amo y creo que amaré este libro hasta el fin de mis días; algo tan maravilloso, tan fuerte y tan sencillo, encerrado en menos de 200 páginas. Fascinante.
Para cerrar quiero dejarlos con la cita más linda que me encontré en este libro, un mensaje valioso y que debería quedarse en la mente de cada una de las personas que lo lea:
"Eso deberíamos hacer todos: volver a ser niños,
tener el corazón limpio y las manos francas;
tener, por qué no, la capacidad de una lágrima
como las que la felicidad arrancó de los ojos de Angélica".
tener el corazón limpio y las manos francas;
tener, por qué no, la capacidad de una lágrima
como las que la felicidad arrancó de los ojos de Angélica".
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