Reseña: Maus - Art Spiegelman
Era un frío viernes en la ciudad de Bogotá por allá en el año 2008 o 2009. Sentados frente a nuestros tragos, mi acompañante, con lágrimas en los ojos, me contaba que su novio le había puesto los cachos con su mejor amiga y entre la tristeza y el alcohol, la noche fue avanzando. En el pub donde nos encontrábamos, suele haber música en vivo y ese día no sería la excepción; un joven con guitarra en mano, una pinta medio vintage y una voz arrulladora era el encargado de amenizar la noche.
Luego de un par de canciones (y lágrimas por parte de mi amiga), el joven empezó a contarnos qué le había inspirado a escribir la canción que estaba a punto de interpretar, y ese motivo, esa pequeña frase que pronunció en ese momento, se quedó grabada en mi mente, fue precisa para el momento, y es pertinente para esta reseña:
"De un corazón roto, pueden salir cosas maravillosas".
"Maus" de Art Spiegelman fue quizá la mejor compra que realicé durante la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2015. Esta es la primera novela gráfica que llega a mi biblioteca (no incluyo los cuentos infantiles porque ajá) y es una de las joyas que en ella habitan. Este Premio Pulitzer (única novela gráfica en la historia en llevarse este reconocimiento) llega a las librerías colombianas gracias a la gente de Penguin Random House.
La portada se posó frente a mí y fue imposible no enamorarme: el retrato de dos ratones con un gato nazi como símbolo de fondo, reforzado por un título en letras rojas increíblemente seductor. Cosas lindas y la puerta de entrada a esta novela.
"Maus" nos trae la historia de Artie, un dibujante que quiere plasmar en un libro las vivencias de su padre Vladek, y todo lo que ello conlleva, durante la 2a guerra mundial.
Con el paso de las páginas, Vladek va contándonos cómo conoció a Anja, la madre de Artie, cómo el conflicto reinante en la época fue cambiando las reglas de juego en todo el mundo, cómo el sentido de supervivencia fue creciendo en medio del suelo árido y cómo el amor es uno de los motores que hace rodar el carro de la vida. Al mismo tiempo, la vida de Artie, Vladek y los demás a su alrededor, no para.
Mediante gráficos sencillos, Spiegelman nos deja ver, de manera curiosamente magistral, la realidad de un conflicto ya conocido por muchos, de una manera ingeniosa.
De una manera perspicaz, el autor introduce varias especies de animales que personifican de manera graciosa y muy acertada, algunos de los roles que se ejecutaron en el desarrollo de ese momento para la memoria y para el olvido. Una fiesta para la literatura en donde ratones, gatos, cerdos y perros, son los anfitriones.
Hablando de personajes, resulta encantadora la manera en que todos y cada uno de los que va apareciendo, ponen su grano de arena para construir lo que termina siendo esta historia. Ellos me regalaron los más profundo de sí mismos, su tristeza, su desesperación, su jocosidad, su vida en todo el sentido de la palabra. Gracias a ellos reí, me sentí frustrado, vi pasar las horas entre la ira, la impaciencia y el miedo de llegar a vivir un conflicto de este tipo. Mala y Vladek son mis favoritos; fue imposible no partirme de risa con su rara relación.
Mala, Vladek y Artie |
La 2a guerra mundial es uno de los temas sobre los que más disfruto conocer y aprender, y en esa búsqueda, este año he leído cosas muy buenas como "Caballo de guerra" o "Los últimos días de nuestros padres", pero nada, nada como "Maus".
Gráficamente este es un libro espectacular, es todo un goce revisar y enamorarse de la portada, la contraportada, las solapas, la tipografía, las ilustraciones... pero el aspecto narrativo no se queda atrás, y es en ese complemente entre ambos puntos, en donde converge la genialidad de esta obra.
Entre lo lo divertido y lo melancólico, esta obra maestra de la literatura universal va formándose, regalándonos un paseo inolvidable por un sinfín de emociones, un recorrido por la esencia del ser humano, por su altos y bajos, por lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros. Una obra imposible de olvidar.
De algo terrible como la segunda guerra mundial, pueden salir cosas maravillosas como "Maus".
Para mí junto a Persépolis y Watchmen, forman la santísima trinidad de las novelas gráficas.
ResponderBorrarLa verdad es que es una pasada, yo creo que debías de haberte adentrado un pelín en lo de los animales, te has quedado en perspicaz, pero creo que al desconocedor de la novela le puede interesar saber que los nazis son gatos y los polacos judíos los ratones (de ahí Maus), los franceses son ranas, los polacos no judíos cerdos, y los perros creo que eran europeos en general o nacionalidad neutra. Pero que es sólo una opinión personal que no empaña la explicación del libro.
Hola Poeta, traté de no mencionar la nacionalidad de los animales para no pecar de spoiler (por cosas pequeñas ya me han mandado a la ....), así que preferí que fuera el mismo lector quien descubriera ese detalle al revisar la obra.
BorrarMuchas gracias por tu opinión y por pasarte por aquí ;)